Uno de los palacios en uso más antiguos del mundo, es el monumento árabe más emblemático de la ciudad, con un interior decorado con jardines reales que son escenario de algunas de las secuencias de la última entrega de Juego de Tronos. Al margen de su oropel islámico, y de la huella barroca impresa por las distintas reformas, es un espacio de actividad cultural de primer orden. Un paraíso artístico, mezcla de culturas, de estilos y con unos bellísimos jardines, en pleno centro de Sevilla.