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Rafi Escobedo, único condenado como autor del doble asesinato

Las cinco incógnitas del asesinato de los marqueses de Urquijo, 42 años después

La muerte de su hijo Juan Urquijo de la Sierra ha devuelto a la actualidad un crimen sin resolver, del que la sociedad siempre demandó más información

La muerte de Juan Urquijo de la Sierra, a los 62 años, el pasado 5 de julio, ha devuelto a la actualidad un asesinato que marcó la crónica negra de nuestro país; el de sus padres, los marqueses de Urquijo, acribillados a tiros el 1 de agosto de 1980 en su chalet de Somosaguas. Un crimen sin resolver, que generó cientos de titulares y de los que Juan Urquijo, su hijo menor, siempre intentó escapar.

El día del asesinato, Juan tenía 22 años y se encontraba en Londres. Se licenció en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y se diplomó en Ciencias Empresariales por ESADE. En cuanto pudo, huyó a Panamá donde ejerció como presidente ejecutivo de la junta directiva la agencia de calificación de riesgos PCR (Pacific Credit Rating) y participó como socio en importantes empresas como la Inmobiliaria San Felipe.

A nivel personal, se casó con Rocío Caruncho Fontela el 31 de octubre de 2000 en la iglesia de los Jerónimos de Madrid y tuvieron tres hijos.

Preguntas clave

42 años después del asesinato siguen sin resolverse algunas preguntas clave.

¿Quiénes fueron los autores? Rafael 'Rafi' Escobedo, yerno de los marqueses de Urquijo, fue el único condenado como autor material por el asesinato. Aunque al principio se aferró a la inocencia, cambió su versión unos días antes del juicio para asumir la culpabilidad. Según la sentencia judicial, Rafael Escobedo, exmarido de la hija de los marqueses Myriam de la Sierra, actuó «solo o en compañía de otros». La eterna duda: ¿qué otros?

Las sospechas recayeron sobre prácticamente todos los que rodeaban al matrimonio. El mayordomo de la familia, Vicente Díaz Romero, acusó a Juan de la Sierra de ser el cerebro del crimen, en una entrevista en Interviú. El propio Escobedo también incriminó a Juan y a Myriam de la Sierra, así como al administrador y secretario del marqués, Diego Martínez Herrera. No se pudo probar la participación de ninguno de los dos hijos en el asesinato.

¿Se suicidó Rafi Escobedo? En una entrevista con el periodista Jesús Quintero, el preso más famoso de Dueso (Cantabria) aseguró: «ni se ha investigado, ni se va a investigar» lo ocurrido, porque «no interesa la verdad». Desliza su deseo de terminar con todo. «Me tiro horas y horas mirando las rejas de la ventana diciendo ahorcate, termina de una vez con todo esto».

Algunas versiones apuntan a que la confesión de Rafi estuvo forzada por presiones policiales. Y según el abogado García Montes, no se habría suicidado. «Yo pedí que le extrajeran muestras corporales porque no me cuadraba, no había signos de suicidio», explicó a RTVE. «Tenía los pies encima del colchón y no tenía marcas en el cuello».

¿Dónde está el arma? El doble crimen fue realizado con una pistola Star olímpica, con silenciador, del calibre 22. La pistola fue hallada en el pantano de San Juan, próximo a Pelayos de la Presa, pero desapareció del Ayuntamiento después de ser entregada. Los informes de balística forense y los casquillos que aparecieron a posteriori no pudieron ser contrastados con el arma.

¿Hubo un móvil económico? El administrador de los marqueses ordenó lavar los cadáveres y quemar los documentos de la caja fuerte. Hay que recordar que había un proceso de fusión del banco Urquijo con el Hispano Americano. Manuel de la Sierra y Torres, marqués consorte, estaba en contra, mientras que sus hijos estaban a favor y la aprobaron tras el asesinato. El marqués había vendido también unos bienes y quería ingresar el dinero en una fundación que acababa de constituir. No le dio tiempo a hacerlo.

¿Cómplices? Hubo un segundo proceso abierto en octubre de 1983, dos años después del crimen. Mauricio López Roberts, un aristócrata amigo de Rafael Escobedo, fue condenado a diez años de cárcel como encubridor del doble asesinato. Recientemente su hija Macarena López-Roberts, VI marquesa de la Torrehermosa, y la periodista Angie Calero han publicado ‘Honor. Las otras víctimas del crimen de los marqueses de Urquijo’. «Quiero desempolvar el caso y devolver a mi padre al lugar que le corresponde. No tuvo nada que ver con los asesinatos, pero pagó caro proteger a su amigo Rafi Escobedo», comentaba Macarena en la presentación del libro.