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Tamara FalcóGTRES

El 'reality' de Tamara Falcó: de las diferencias con su madre a su nuevo reto

El documental La marquesa, encargado de mostrar el día a día de la hija de Isabel Presyler, se estrenará el 4 de agosto

Ya ha empezado la cuenta atrás para el estreno de Tamara Falcó: La marquesa, el reality de la hija de Isabel Preysler. La producción, que tratará de mostrar el lado más desconocido de la actual marquesa de Griñón, a través de la retransmisión de su día a día, verá la luz en las próximas semanas, concretamente el próximo 4 de agosto en Netflix.

Así lo ha revelado la protagonista de este promisorio proyecto personal a través de su perfil de Instagram, donde, además de desvelar la fecha exacta en la que sus fans podrán conocerla un poco más, ha publicado el tráiler oficial de esta producción, que apunta maneras a liderar el top 10 de las series más vistas de la afamada plataforma digital.

En él se pueden ver algunas de las cuestiones que la colaboradora abordará durante los diferentes capítulos que conforman la producción, así como las personas que le acompañarán, tales como su madre, Mario Vargas Llosa, Íñigo Onieva, Boris Izaguirre, o el chef Marín Berasategui, entre otros.

En este pequeño adelanto de lo que será el proyecto de su vida, Tamara empieza presentándose: «Esta soy yo, Tamara Falcó Preysler. Casi toda mi vida está contada en las portadas de la revista ¡Hola! Soy la hija de Isabel Preysler, una de las mujeres más elegantes de España, y de Carlos Falcó, un reconocido viticultor, marqués de Griñón y Grande de España», expresa al mismo tiempo que se muestran las imágenes más significativas de su infancia.

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa durante un festejo taurino en EsteponaGTRES

La marquesa continúa hablando sobre uno de sus grandes descubrimientos, la religión: «Hace unos años, la fe apareció en mi vida, llegué incluso a plantearme ser religiosa. Aunque al final, ese no era el plan de Dios, confiesa. Prosigue su relato aclarando que fue precisamente el ser supremo el que decidió «sumarle» un hombre a su vida. En este caso, Íñigo Onieva: «Íñigo y yo somos muy diferentes, pero nos complementamos de maravilla», dice sobre su relación con el célebre empresario.

Tamara también profundiza sobre sus múltiples trabajos, entre los cuales existe uno que destaca por encima del resto y que ha descubierto hace apenas unos años: «Soy marquesa. Ahora trabajo como influencer y además colaboro en uno de los programas de televisión de más éxito del país, pero mi verdadera pasión la descubrí en las cocinas, soy chef. Por eso me he propuesto abrir un restaurante», afirma con total seguridad.

En ese momento es cuando empiezan a sucederse una serie de imágenes, en las que, además de apreciarse a grandes rasgos cómo es la relación de Tamara con su madre, Isabel Preysler, se escucha cómo la socialité expresa la desconfianza que siente a la hora de pensar en que su hija va a ser capaz de abrir un restaurante de alta cocina en la Finca El Ricón, definida por ella misma como «un lugar muy especial para mí que heredé tras la muerte de mi padre»: «Estoy segura de que en este camino voy a encontrarme con varios obstáculos. Tengo que crear un menú en un tiempo récord y, por si fuera poco, convencer a mi madre de que puedo hacerlo», reconoce.

Concluye su intervención asegurando que a ella su vida le parece «lo más normal del mundo» y garantizando con total seguridad que sus 40 «vienen cargaditos de cambios». Acto seguido, la pantalla se pone en negro y se escucha una voz que dice: «Tamara quiere ver vestidos de novia», a lo que ella responde: «Vale, pero espera». Unas palabras que han hecho saltar todas las alarmas por la posibilidad de que la marquesa de Griñón esté pensando en pasar por el altar junto al gran amor de su vida. ¿Qué hay de cierto en todo esto?