El nuevo mensaje tras los posados de Ana Obregón

No hay verano sin posado y si no que se lo pregunten a Ana Obregón. Cansada de que la prensa estuviese persiguiéndola durante sus vacaciones en las Islas Baleares, su destino estival por excelencia, en 1985, Ana Obregón decidió acordar un posado de lo más veraniego en el que se dejó fotografiar en bañador para que así dejasen de molestarla durante sus días de asueto. Esto pronto se convirtió en una costumbre a la que recurría cada año y que, a día de hoy, ha pasado a convertirse en una cita ineludible.

Desde aquel momento, el verano dejó de empezar el 21 de junio. El inicio de la temporada estival lo marcaba la bióloga con su tradicional y comentado posado, el cual consistía en citar a la prensa en los enclaves más preciados de Mallorca o de Ibiza, dejarse fotografiar y ofrecer declaraciones de lo más jugosas acordando con los paparazzi que el resto de las vacaciones no le arrebatarían la posibilidad de disfrutar de su familia en la más estricta intimidad.

Esta decisión convertida en tradición sufrió un importante parón de tres años a causa de la enfermedad y el posterior fallecimiento de su hijo, Aless Lequio, el 13 de mayo de 2020, y del de su madre, Ana Obregón Navarro, quien perdió la vida tan solo un año después. Dado que la actriz estaba viviendo una etapa realmente complicada marcada por el duelo y la desolación, decidió dejar de hacer este posado, pues para ella, en el momento en el que su hijo enfermó, la vida se paró.

Sin embargo, dado que poco a poco va retomando su vida profesional y personal, este año la presentadora ha sorprendido a propios y extraños con un posado exclusivo publicado por la revista ¡Hola!, con el que ha tratado de felicitar el verano a todos los españoles y que ha querido dedicar a su hijo: «Ahora este posado tiene otro sentido para mí, porque los beneficios irán destinados a su fundación. En realidad, todo lo que hago en mi vida lo hago por mi hijo», ha confesado la bióloga durante una entrevista con la citada publicación.

Este, sin duda, ha sido su posado más especial, ya que se trata del primero que realiza tras la triste pérdida de sus dos seres más queridos y las ganancias de la exclusiva irán destinadas a la Fundación que lucha contra el cáncer. Aun así, han sido muchos los reportajes fotográficos veraniegos que ha protagonizado la bióloga a lo largo de su vida a orillas del Mediterráneo, aunque si bien es cierto que algunos han llamado más la atención que otros.

Hace poco más de un mes, fue ella misma quien quiso recogerlos en sus redes sociales, donde compartió aquellos que más significado han tenido para ella: «Quiero daros la bienvenida al verano. He recopilado algunos de los posados míticos que los medios bautizaron como el pistoletazo de salida a esta maravillosa estación. Para mí es un orgullo que pensaran en mí para esta época llena de luz y buena energía, por ellos estoy muy agradecida. El mejor, sin duda, es el primero. El último fue en el 2019 cuando aún era feliz», escribió junto a la batería de imágenes.

Nadie puede olvidar el primero, aquel en el que posó para las cámaras en la playa con un impresionante bikini y con su bebé en brazos, tampoco ese que protagonizó con su hijo cuando todavía era pequeño y en el que ambos se enfundaron en un traje de baño de color amarillo.

El posado de 1998 fue uno de los más comentados. En él Obregón presumió de figura con un favorecedor bikini de lentejuelas, mientras que al año siguiente optó por un diseño de flores multicolor. En 2004 decidió colocarse unas gafas rosas y un rosario, en 2010 un espectacular trikini blanco que no dejó indiferente a nadie y en 2011 un modelo azul cielo que lució en uno de los rincones más preciados de Marbella.

Aunque el de 2016 también tuvo su aquel, ya que ese año se metió en la piel de Pamela Anderson en Los vigilantes de la playa para inaugurar la temporada de un parque temático en Madrid. Todavía muchos recuerdan aquel que copó la portada de la revista ¡Hola! en 2019, el que fue su último posado antes de la muerte de su hijo y en el que se dejó ver muy sonriente y causando sensación con un favorecedor bañador blanco.

Aunque es cierto que desde el año 2009 sus posados han estado respaldados por diferentes colaboraciones con marcas, perdiendo así la esencia y el trasfondo de los que realizó durante las décadas anteriores, lo cierto es que son contadas las veces que Ana ha renunciado a dar el pistoletazo de salida a la temporada estival. Ahora, tras varios años de ausencia, ha vuelto, y lo ha hecho pisando fuerte.