Doña Letizia: «Todos vamos teniendo una edad»

Lo bueno de los posados con los Reyes Felipe y Letizia es que son puntuales. Si dicen que a las siete y media, es a esa hora y punto. La cita ha sido en los jardines de la Cartuja de Valldemossa. Cuando en el campanario de la iglesia daba la hora, han hecho su aparición. El Rey con guayabera azul y doña Letizia con top verde y con tres guiños a la isla por su falda confeccionada con la tela de lenguas típica mallorquina y creada para ella por un diseñador local, el capacho y las zapatillas de esparto, en eso coincidía con sus hijas, todas calzaban alpargatas. Leonor con un vestido ibicenco blanco y Sofia con uno de algodón rosa palo.

La llegada ha sido muy distendida y agradable, las cosas como son. Los cuatro muy sonrientes y dando gracias porque en la sierra hace menos calor que en Palma pero también dando pie a un curioso comentario sobre la edad. Doña Letizia pregunta la edad a algunos de los periodistas presentes, ella en menos de un mes cumplirá 50 años, y afirma «todos vamos teniendo una edad» a continuación, don Felipe es felicitado porque en el primer día de regatas ya va segundo. Después de saludar a las autoridades, que les esperan en la puerta de acceso al recinto, les acompañamos al interior de la Cartuja. Hay celdas como la de Chopin o la farmacia de los monjes cartujos que son visitables, pero hay otras propiedad de familias privadas que se han convertido en viviendas y no quieren mostrarlas. Por ejemplo, el que fuera compañero de estudios del Rey Juan Carlos, Jaime Carvajal y su esposa Isabel Hoyos, padres de Victoria que fue la primera ilusión de un Príncipe Felipe adolescente, han reconvertido las celdas propiedad de su familia, en una casa estupenda donde pasan sus vacaciones privadas y donde un joven Príncipe, Juan Carlos pasó sus primeras vacaciones estivales en Palma con su compañero de estudios, Jaime Carvajal.

De ahí que una vez Reyes, Don Juan Carlos y doña Sofía hayan seguido yendo todos los veranos a visitar a los Carvajal Urquijo y estos en deferencia también han querido salir de sus celdas a saludar a los Reyes y a sus hijas. La madre del Rey sigue acudiendo a la Cartuja todos los años a los conciertos que se celebran en el recinto. Y es que esta imponente construcción de piedra dominando la sierra de la Tramuntana la habitaron los monjes hasta que la Desamortización de Mendizábal los expulsó y pasó a manos privadas, de ahí que algunas de esas celdas, no piensen en un cuarto espartano con camastro, hayan sido reconvertidas en viviendas. La Familia Real visita la galería de cuadros y se asoman a los jardines desde los que se divisa la sierra y el Rey, como siempre, les hace de guía a sus hijas y les señala lugares en la lejanía.

Después de la visita y de escuchar un soneto de Chopin en el palacio del rey Sancho, los Reyes y sus hijas han paseado por la calle principal de Valldemossa y no han dudado en acercarse a las vallas que marcaban su recorrido por la calle principal de Valldemossa, a saludar a los habitantes y turistas que esperaban para verles y además de recibir peticiones para hacerse selfies, el dueño de la galería Art Just, Joan Coll, les ha entregado, a las puertas de su sala de exposición, una obra original del artista Coll Bardolet que un ayudante de la comitiva se ha encargado de custodiarla, igual que las dos docenas de cocas de patatas que les ha ofrecido el alcalde de Valldemossa. Y aunque la Reina y sus hijas han curioseado por una tienda de bolsos, al final no se han decidido por ninguno y así han dado por concluida su distendida y cercana visita a la bella Valldemossa. Y por cierto, cuando un señor ha gritado consignas contra la Monarquía ha sido acallado inmediatamente por el público.

Hoy martes, el Rey recibe al presidente del gobierno, Pedro Sánchez y a las siete de la tarde y Jaume Anglada da un concierto en el náutico a toda la marinería. Concierto al que en otras ocasiones, ha acudido la Familia Real porque son amigos del músico regatista. Hasta aquí la crónica que mañana habrá más noticias sobre estas jornadas estivales en Palma de Mallorca.