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La Reina Isabel y el duque de Edimburgo, con sus hijos Andrés y Eduardo, en Balmoral en 1972GTRES

De Marivent a Balmoral: los secretos de las residencias de verano de la realeza

La Familia Real británica está acostumbrada a pasar sus días de asueto en el Palacio de Balmoral, propiedad personal de la Reina Isabel II en la que guarda un sinfín de recuerdos desde su infancia

Los destinos vacacionales de los royals durante la temporada estival siempre suelen ser los mismos. Costumbres, tradiciones, preferencias… Enclaves para disfrutar de unas semanas de parón en las que aprovechan para pasar tiempo en familia y relajarse en el interior de los palacios más exclusivos.

Desde que la Reina Sofía decidió establecer el Palacio de Marivent de Palma de Mallorca como su segunda residencia, aquella en la que pasar sus vacaciones estivales junto a su esposo, el Rey Juan Carlos, y sus hijos, Felipe, Elena y Cristina, esta ha sido la residencia estival de la Familia Real española. Por tanto, en el momento en el que el Rey Juan Carlos decidió abdicar relegando el trono en su hijo, Felipe VI, este decidió continuar con la tradición y trasladarse cada año, junto a su familia, la Reina Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, a la frecuentada isla balear instalándose en Marivent, una fortaleza levantada en 1925 frente a la bahía de Palma que Doña Sofía llegó a comparar con el Palacio de Tatoi, donde vivió gran parte de su infancia. En ella se alojaron el Príncipe Carlos y Lady Di con sus hijos. Llegaron a visitar la isla hasta en cuatro ocasiones: además de su debut en 1986, los príncipes de Gales volverían en 1987, 1988 y 1990.

Posado de la Familia Real española junto a Lady Di, el Príncipe Carlos y sus hijosGTRES

Palacio de Marivent, en PalmaGTRES

Aunque los Reyes y sus hijas suelen coincidir en Marivent con la Reina Sofía y con Irene de Grecia durante los días que deciden pasar en Mallorca, se sabe que estos suelen alojarse solos en Sont Vent, una edificación de estilo balear rehabilitada en los años 90 y construida dentro de Marivent, que cuenta, entre otras cosas, con una piscina de grandes dimensiones.

Por su parte, la Familia Real británica está acostumbrada a pasar sus días de asueto en el Palacio de Balmoral, propiedad personal de la Reina Isabel II en la que guarda un sinfín de recuerdos desde su infancia. Al contrario que los Reyes españoles, la soberana suele pasar en su residencia estival largas temporadas que, por lo general, comprenden desde principios de junio hasta comienzos de octubre, aunque la pandemia ha marcado un antes y un después.

Sus 20.000 hectáreas de finca albergan, además de la edificación principal, otras seis casas más destinadas a aquellos miembros de la familia y a los amigos personales de la monarca que deciden pasar unos días en la exclusiva propiedad. Destaca por encima del resto Brikhall, dónde se dice que el príncipe Carlos pinta acuarelas bajo la atenta mirada de Camilla de Cornualles.

Familia Real de los Países Bajos

Los Reyes Guillermo y Máxima de Holanda decidieron comprarse una propiedad rodeada de playas, dunas y bosques en Krandi, la ciudad más exclusiva de la costa del Peloponeso griego, para pasar sus veranos, pero lo cierto es que la mayoría de los posados estivales de la Familia Real holandesa han tenido lugar en Villa Eikenhorst, una construcción situada en la emblemática finca de Horsten, que abandonaron hace varios años para instalarse en el Palacio Huis ten Bosch de La Haya.

Carolina de Mónaco en el Pacha IIIGTRES

Lejos de querer renunciar a la posibilidad de conocer mundo, los Grimaldi, en vez de establecer una construcción como segunda residencia, prefirieron hacerse con un barco en el que poder surcar los mares a su antojo. El Pacha III es el espectacular yate de 36 metros de eslora y más de 80 años de historia en el que Carolina de Mónaco y el resto de la Familia Real monegasca están acostumbrados a pasar los veranos. Un plan de lo más apetecible también compartido por Constantino de Grecia, quien durante muchos años se ha escapado a la isla de Spetses a bordo de su velero Afroessa.

Felipe y Matilde de Bélgica siempre han preferido un enclave en el que combinar campo y playa sea una tarea fácil, de ahí que cada verano suelan trasladarse al famoso Castillo de Ciergnon justo antes de poner rumbo a la isla francesa de Yeu, donde suelen pasar unos días en familia con absoluta intimidad.

El Príncipe de Haakon de Noruega y la Princesa Mette-Marit, con la Princesa Ingrid, Príncipe Magnus con su perro en Bygdoy en 2009GTRES

Mientras los Reyes Harald y Sonia de Noruega optan por pasar la época más calurosa del año en la residencia de Bygdoy, el Príncipe Haakon y Mette Marit prefieren hacerlo en Sicilia, Portofino o la Costa Azul, algo por lo que suelen ser muy criticados teniendo en cuenta que ninguno de estos destinos se encuentra dentro de sus fronteras.

Durante el verano, la Familia Real danesa se reparte entre sus diferentes residencias reales. La Reina Margarita siempre ha sido más partidaria del Castillo de Gransten, donde ha protagonizado un sinfín de posados junto a su familia, y también del Chateau de Cayx, un castillo que la familia del príncipe Henrik posee en Cahors, al suroeste de Francia. Por su parte, el príncipe Federico y su esposa, Mary, parece que se sienten más a gusto en el Castillo de Marselisborg, en Aarhus, ya que allí, además de una construcción de 130.000 metros, encuentran una piscina, parques, jardines y varios lagos.

Finalmente, los Bernadotte están acostumbrados a veranear en Solliden, una propiedad que se encuentra en la isla de Öland, aunque eso sí, siempre se reservan unos días para disfrutar a bordo del Solaris, un impresionante yate en el que han vivido sus momentos más íntimos y especiales.