La esperanzadora entrevista de Charlene que ha devuelto la ilusión en Mónaco: «La fe me guio en tiempos difíciles»

Charlene de Mónaco se siente preparada para hablar sobre una de las etapas más complicadas de su vida, o al menos así lo ha dejado entrever al haber concedido una sincera entrevista al periódico sudafricano News 24, que posteriormente ha recogido Monaco Tribune.

La Princesa se adentró en uno de sus momentos más oscuros cuando, en su último viaje a Sudáfrica, contrajo una infección otorrinolaringóloga que le obligó a alejarse de sus compromisos oficiales en Mónaco y también de su familia, para adentrarse en un costoso proceso de recuperación que llevó a cabo en una clínica de los Alpes suizos.

Su vuelta a casa no pudo ser más esperada. Su marido, Alberto de Mónaco, sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, y gran parte de los monegascos estaban ansiosos de que la exnadadora regresase al país para seguir con su vida de antes. Y es que, aunque sus problemas de salud parecían haber desaparecido, Charlene tuvo que enfrentarse durante varios meses a rumores sobre su vida privada que atentaban, en su mayor parte, contra su matrimonio con el Príncipe soberano.

No obstante, todo esto ya parece formar parte del pasado, pues la sudafricana hace tiempo que regresó a la vida pública, al parecer, con más fuerza que nunca. Ahora, dispuesta a romper su silencio, a compartir su experiencia y rendir homenaje a todos aquellos que han querido apoyarla a lo largo de todo este proceso, Charlene ha concedido una de sus entrevistas más sinceras en la que ha aprovechado para reflexionar sobre sus últimos meses.

«Pasé por un momento muy difícil, pero tuve la suerte de ser apoyada y querida por mi esposo, mis hijos y mi familia, de quienes saco todas mis fuerzas», ha empezado diciendo la Princesa. «Me siento mucho más fuerte físicamente. El camino ha sido largo, difícil y doloroso. No quiero ir muy rápido, pero hoy me siento más tranquila», ha añadido.

Otra de las cosas que cree haberla ayudado a salir adelante esa es la religión. Charlene es «profundamente cristiana» y por eso recuerda, con gran emoción, su reciente y polémico encuentro con el Papa Francisco: «Fue un honor y un gran privilegio encontrarnos. Mi esposo y yo compartimos un momento solemne y emotivo. La fe me ha guiado en estos momentos difíciles de mi vida», ha explicado.

Tal y como ha anunciado, también ha tenido ocasión de retomar el deporte, concretamente el gimnasio y la natación, puesto que se siente «mucho más fuerte físicamente». Trata de compaginar estas disciplinas con sus compromisos y obligaciones como madre y Princesa, y, actualmente, está totalmente volcada en los diferentes actos que marcan su agenda institucional, entre los que destacan los eventos de caridad por lo importante que es tanto para ella como para su esposo «apoyar todas las causas y proyectos que nos son cercanos al corazón, ya sean nuestras Fundaciones, o el bienestar de los niños y nuestros mayores».

No obstante, su prioridad ha sido, son y serán siempre sus hijos: «Mi vida diaria gira en torno a mis hijos. Mi año está lleno y estructurado y estoy totalmente entregada a mis proyectos personales presentes y futuros, pero también a las necesidades de mis hijos. Y lo seguiré haciendo por el momento», ha concluido, dejando entrever que su futuro más inmediato se presenta tan brillante como ajetreado.