Fundado en 1910

Así fueron las últimas horas de Lady Di antes de su muerte

La Princesa Diana murió el 31 de agosto de 1997 en un aparatoso accidente de tráfico

Una cena elegante en el Ritz de París. Un viaje después de la medianoche paseando por los tesoros iluminados de la ciudad. Y, poco después, la tragedia. La historia de la muerte de la princesa Diana a los 36 años en ese catastrófico accidente en un túnel de París continúa impactando, incluso después de un cuarto de siglo.

La velada comienza para Diana y Dodi Fayed con una cena en el salón de la Suite Imperial del Ritz. Es la mejor suite del hotel, y no es de extrañar: el hotel es propiedad del padre de Fayed, Mohamed Al-Fayed. La comida proviene del restaurante de dos estrellas del hotel, Espadon. Mientras Diana pidió un aperitivo de champiñones y espárragos, y luego lenguado; para Dodi, hubo rodaballo.

Se rumorea que Dodi incluso pudo haber llevado una sorpresa en su bolsillo: los informes periodísticos citan a un joyero de París diciendo que le había vendido un anillo de diamantes «extraordinario» por 205.000 dólares, y es en el Ritz donde Dodi pudo habérselo dado a Diana. Nadie sabrá nunca si, en realidad, era un anillo de compromiso.

Pero el día había sido tenso. La pareja había tenido problemas con los paparazzi desde su llegada a París a media tarde. Primero, siguieron a Diana y Dodi desde el aeropuerto de Le Bourget en las afueras de París, camino a Villa Windsor, una mansión que una vez albergó al duque y la duquesa de Windsor y que el padre de Dodi compró y renovó. Su conductor logró evitar a los fotógrafos.

Después, intentaron cenar en el elegante bistró parisino Chez Benoit, pero fue un fracaso, cuando los paparazzi volvieron a seguirlos. Diana y Dodi decidieron, entonces, cenar en el Ritz, donde hay mejor seguridad. Incómodos, se fueron a la Suite Imperial y pidieron que les subieran la cena. Terminaron a las once y cuarto de la noche.

Sus últimas palabras fueron: «Dios mío, ¿qué ha pasado?»GTRES

Diana y Fayed tenían intención de dirigirse a un apartamento que este último poseía en los Campos Elíseos, cerca del Arco del Triunfo. Sabiendo que los paparazzi estaban fuera, decidieron usar dos vehículos de señuelo: un Range Rover y un Mercedes. Colocaron el Range Rover en la entrada principal del Ritz, con el conductor habitual de Fayed al volante.

Mientras, la pareja salió del Ritz por la puerta trasera y subió al Mercedes. La maniobra de despiste no funcionó: era demasiado evidente y había demasiados testigos. Los paparazzis comenzaron a perseguirlos mientras Henry Paul conducía casi 190 kilómetros por hora. Avenida Cambon, Plaza de la Concordia, avenidas Course la Reine y Albert I, túnel debajo de la Plaza del Alma, y 23 minutos después de medianoche perdió el control, bruscamente pasa al carril izquierdo, y sin bajar la velocidad se estrella contra la columna número 13. Dodi y Paul, muertos casi en el acto debido a sendas fracturas de la columna vertebral. Diana, en cambio, seguía viva y consciente.

Xavier Gourmelon, uno de los bomberos que intervino en el accidente y la persona encargada de atender a Diana confesó a The Sun, en un primer momento, no llegó a reconocerla, pero sí recuerda que le impactó el hecho de que estuviera gravemente herida, ya que, cuando él llegó, esta se encontraba en la parte trasera del vehículo con los ojos abiertos y perfectamente consciente: «Entonces no tenía ni idea de que era la princesa Diana. Fue solo cuando la subieron a la ambulancia, que uno de los médicos me dijo que era ella», confesó.

Antes de que procedieran a efectuar su salida del automóvil, Xavier se encargó de tranquilizar a la exmujer del príncipe Carlos de Inglaterra. Esta, al ver la situación, expresó: «Dios mío, ¿qué ha pasado?». Estas fueron sus últimas palabras, ya que, solo unos instantes después, la princesa falleció a causa de un repentino paro cardiaco.