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Del regreso de Juan Urdangarin de su voluntariado a su vuelta a Ginebra para estar con su madre y su abuelo
El hijo más hermético de la Infanta Cristina concluye su voluntariado en la India y pone rumbo a casa.
Pablo Urdangarin se convirtió en protagonista involuntario de la nueva relación de su padre con Ainhoa Armentia. El joven respondió con una entereza impropia de su edad a todas las preguntas de los periodistas, desbancando a sus primos, Victoria Federica y Froilán, que no pueden presumir de tener muy buena relación con la prensa. Parece que Irene fue la más afectada por la noticia de su padre, aunque recientemente han salido a la luz unas imágenes de padre e hija que demuestran que la situación se va normalizando poco a poco. El hijo mayor de los exduques de Palma, Juan Urdangarin, es el más hermético de los hermanos. El joven de 22 años ha puesto fin a unos días de voluntariado en la India, y a su regreso ha decidido parar en Ginebra para reencontrase con la Infanta Cristina y el Rey Juan Carlos. El cierre digital reveló que el pasado martes llegaron padre e hija a Suiza para «arreglar los asuntos relacionados con la herencia de Cristina, además de buscar una solución a los problemas y disputas familiares surgidos a raíz de su divorcio con Iñaki Urdangarin».
El mismo medio asegura que los cuatro hijos del matrimonio están muy preocupados por la situación en la que podría quedar su padre tras el divorcio. La Infanta Cristina disfruta de una economía saneada, y los hijos de la expareja temen que deje a Iñaki Urdangarin desamparado. Un pensamiento que se habrá visto acentuado tras la publicación de las imágenes de Iñaki llorando de manera desconsolada. La presión mediática, las esporádicas visitas a sus hijos y su situación laboral, podrían ser los desencadenantes del llanto de Urdangarin en el coche. En las imágenes es consolado por su nueva pareja, Ainhoa Armentia, que lo escucha atentamente y terminan fusionándose en un emotivo abrazo.
Todavía se está gestionando el divorcio y lo más importante para la expareja es el bienestar de sus hijos. En principio, sería Irene la única que recibiría una pensión por alimentos hasta cumplir la mayoría de edad, y será el juez el encargado de decidir la cuantía de la misma tras analizar los ingresos de la Infanta Cristina y su exmarido. El hecho de que Urdangarin cobre menos que su exmujer, no implica que no tenga que pagar parte de la pensión de la menor.
Por el momento la Infanta Cristina está pasando unos días junto a su padre, uno de sus grandes apoyos en estos momentos tan delicados de su vida. Se trata de la primera vez que el Rey Juan Carlos sale de Abu Dabi desde su viaje a España el pasado mes de mayo. La hija mayor de doña Sofía se refugia en su padre y parece que tiene muy en cuenta sus consejos, algo que ahora necesita más que nunca. Todavía se desconocen las cláusulas del divorcio, aunque es probable que la infanta Cristina ayude de alguna manera a su exmarido para garantizar la paz mental de sus cuatro hijos, que están sufriendo por la situación de su padre.