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Miriam Ungria at photocall of 12 edition of Academia del Perfume awards in Madrid on Tuesday , 04 June 2019.

Se casó en julio de 1996 con Kardam de BulgariaGTRES

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La tragedia que cambió la vida de Miriam Ungría, la Princesa viuda de Bulgaria

Siete años de lucha no fueron suficientes para que el Príncipe Kardam siguiese con vida

El 15 de agosto de 2008, el jaguar en el que Miriam Ungría y el Príncipe Kardam de Bulgaria se desplazaban hacia El Molar, a pocos kilómetros de Madrid, se salía de la carretera y chocaba contra un árbol y volcaba después. Mientras ella se recuperaría de las terribles secuelas, el hijo del Rey Simeón y Margarita Gómez Acabo no corrió tanta suerte. Fue trasladado de inmediato en helicóptero al Hospital Doce de Octubre de Madrid.

Durante los siete años siguientes intentó recuperarse en un centro especializado en lesiones cerebrales en Cacheiras, en Galicia, y después en su casa familiar de Madrid. Fue aquí donde experimentó leves mejorías que dieron esperanza a Ungría: «Ya veo la salida. Desde que lo trajimos a casa, se va notando día a día, aunque sea lenta. Ya me habla, pero aún le cuesta expresarse. Hay motivo para la ilusión, aunque todavía habrá que esperar un poco para que podamos ver a Kardam como todos queremos», declaraba en una entrevista a la revista ¡Hola!

A pesar de las muestras de su fortaleza, Kardam de Bulgaria falleció por una infección pulmonar relacionada con la parálisis que sufría desde el grave accidente, dejando viuda a Miriam Ungría, y huérfanos, a sus dos hijos, Boris y Beltrán, que entonces tenían 17 y 16 años. En ese momento, el primero, aun siendo un adolescente, asumió su destino al convertirse en heredero del título de Príncipe de Tirnovo y ocupar, por tanto, el primer puesto en la línea de sucesión a los derechos dinásticos en el trono de Bulgaria, si en algún momento terminase la república instaurada.

La pareja se casó en 1996 en la iglesia ortodoxa de los santos Andrés y Demetrio de Madrid. Al enlace incluso asistió la Reina Sofía, la Infanta Cristina y los entonces duques de Lugo, la Infanta Elena y Jaime de Marichalar. Se habían conocido dos años antes en la discoteca Joy Eslava de Madrid. Aunque él tuvo claro desde el primer momento que se casarían, a ella le costó un poco más.

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Sin embargo, el hecho de que ambos frecuentaran los mismos círculos sociales en la capital gracias a sus familias –la de Ungría tiene dos títulos nobiliarios, el marquesado de Montefalcón y el condado de Motta, gracias a su padre, que presidió Ungria Patentes y Marcas– motivó el reencuentro.

Una vez casada, se centró en su faceta empresarial. Ungría se licenció en Historia del Arte, Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid y se especializó en gemología. En 1991, ya había creado su propia firma de joyas y colaborado con firmas como Carrera. Aunque paró de forma temporal por el accidente de su marido, en 2014, un año antes de su muerte, creó MdeU, su propia marca, que a día de hoy sigue dándole alegrías.

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Años después de enviudar se mudó a Londres. «No es una huida, es una manera de seguir adelante. En su momento vivía a las afueras de Madrid y me fui a vivir al centro, tampoco fue una huida sino un nuevo capítulo en el libro de la vida. Y ahora ese otro capítulo es estar en Londres», explicaba en 2018 a la revista ¡Hola!

Allí precisamente, estudiaban sus hijos. El mayor, Boris, tiene 22 años y el año pasado se graduó en la escuela londinense de Bellas Artes de Wimbledon. El pequeño, Beltrán, de 21 años, estudia Física. Tras la muerte de su padre, ambos cursaron el bachillerato en un internado austriaco para después iniciar sus estudios superiores en Reino Unido.

«Estoy muy bien en Londres. Desde el punto de vista laboral es una oportunidad muy buena. Allí se mueve todo muchísimo», declaraba la princesa no hace mucho. Sin embargo, los recuerdos de Kardam de Bulgaria siempre permanecerán ahí. «No me considero un ejemplo de nada. Creo que soy una privilegiada. Creo que he vivido momentos muy especiales. Obviamente ojalá no hubiese pasado nada, pero ha sido un recorrido que te hace vivir y madurar», explicó. Ahora, tiene uno nuevo por delante de la mano de Ghazi Bin Muhammad, primo del Rey Abdalá de Jordania, con quien se acaba de casar en una ceremonia íntima.

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