Crónica social de la semana
El fin de la segunda era isabelina
Convertidos ahora en Reyes, Carlos III y Camila se enfrentan al escrutinio y la comparación pública con su predecesora
La muerte de la Reina Isabel II abrió el viernes un largo periodo de luto para la familia real que se prolongará hasta siete días después de su funeral el 19 de septiembre. Fallecida a una hora indeterminada del jueves por la tarde, estuvo acompañada de sus hijos Carlos y Ana, los únicos que llegaron a tiempo a Balmoral, su residencia predilecta durante la época estival.
Desde Londres también se trasladaron el Príncipe Andrés, el Príncipe Eduardo y el Príncipe Guillermo poco después de que la Casa Real anunciase que los médicos de la monarca se habían mostrado «preocupados» por su estado de salud y le habían recomendado permanecer bajo supervisión médica. Su hermano, el Príncipe Harry viajó desde Alemania de forma directa ante el empeoramiento del estado de salud de su abuela.
Setenta años después, los británicos tienen nuevo rey, Carlos III, que fue proclamado rey ayer ante sus súbditos. «Estamos inmersos en un profundo luto», explicó el nuevo jefe del Estado. Con una popularidad inferior a la de su madre y su primogénito, tanto él como la Reina consorte Camila se enfrentan a las comparaciones y recelos de una soberana modélica que, en palabras de los ingleses, siempre proporcionó estabilidad, fuerza y unidad a la corona y a su pueblo.
Victoria Federica, icono 'royal'
Tras haber superado su ruptura con Jorge Bárcenas, la hija de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar celebró este viernes su 22 cumpleaños repleta de proyectos profesionales.
Portadas de revistas, eventos multitudinarios, imagen de importantes firmas de moda son algunos de los trabajos que la joven ha tenido durante estos meses y los cuales le han hecho crecer en el mundo de las redes, llegando ya a más de 200.000 seguidores en Instagram. Y empieza esta nueva cifra trabajando para Hoss Intropia, marca de la que es imagen junto a su amiga María García de Jaime, con quien estos días está protagonizando sesiones de fotos relacionadas con este proyecto.
Mientras tanto, su padre, Jaime de Marichalar, consejero de la multinacional del lujo LMVH, ejerce con su hija de orgulloso Pigmalión, como hizo con su madre, la Infanta Elena, en sus años de casados, aupándola a las listas de las más elegantes. Una mujer que, en definitiva, le está dando a la moda un cambio de aires: sofisticación, elegancia y juventud.
Patricia Rato se casa por la iglesia
Cuando se dio a conocer la infidelidad de Espartaco, la gran afectada fue su por aquel entonces mujer, Patricia Rato. Poco tiempo después de capear el temporal, en cambio, conoció al que esta semana se ha convertido en su marido, Javier Moro. Después de diez años de noviazgo, han celebrado su enlace seguros del paso que iban a dar, rodeados por sus hijos y familiares más cercanos, en una finca propiedad del novio, ubicada en la provincia de Ciudad Real, que perteneció al abuelo de Javier hace casi cien años y que él ha heredado.
Su romance siempre ha estado marcado por la máxima discreción, siendo contadas las veces en las que hemos podido verlos juntos en público. Su interés en llevar una vida reservada y alejada, por completo, del foco mediático. Cuando conoció a Javier Moro, un año después de su divorcio, en el cumpleaños de un amigo en común, las heridas estaban todavía muy recientes; Patricia seguía en un estado muy frágil y Javier, con delicadeza y respeto, supo estar a su lado, como amigo primero y, años más tarde, como pareja. Javier supo esperar de forma paciente a la que sabía que era la mujer de su vida desde que se coincidieron por primera vez.