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Las doce horas de espera de David Beckham para despedir a la Reina Isabel II
«Es un día triste, pero un día para recordar», reconoció ante la prensa
El excapitán de la selección inglesa de fútbol David Beckham se ha unido a las miles de personas que dieron el último adiós a la reina Isabel II en su capilla ardiente en Londres. El exjugador del Manchester United y el Real Madrid declaró al canal Sky News que se había puesto a la cola para entrar en Westminster Hall, donde se encuentra el féretro, en homenaje a una reina «especial», fallecida el 8 de septiembre a los 96 años y que ha provocado una masiva movilización popular en el Reino Unido.
Miles de personas han desfilado por su capilla ardiente desde el miércoles por la noche y otras tantas seguían haciendo una kilométrica cola con la esperanza de poder ver su féretro antes del funeral de Estado y entierro previstos el lunes.
Vestido con traje, corbata y abrigo negro, reconoció que era un día que siempre supo que sería difícil. «Nuestros pensamientos están con la familia, es muy especial escuchar todas las historias de la gente aquí», agregó, al mismo tiempo que expresaba su gratitud con la familia al completo. «El momento más especial para mí fue recibir mi OBE», la Orden del Imperio Británico, honor que recibió de la reina en 2003, aseguró. «Llevé conmigo a mis abuelos, que eran grandes monárquicos», recordó.
El exfutbolista consideró haber «tenido mucha suerte de poder tener algunos momentos así» con la monarca más longeva en la historia del Reino Unido. «Es un día triste, pero un día para recordar».
Beckham explicó que se había presentado a hacer cola a primera hora, con la esperanza de evitar el momento de mayor ajetreo, pero que su plan se había visto frustrado. «Pensé que viniendo a las dos de la madrugada iba a estar un poco más tranquilo, me equivoqué», dijo a ITV News.
Beckham no ha sido la única celebridad en unirse a la fila estos días y la exprimera ministra Theresa May también fue de las primeras en presentar sus respetos a la reina después de esperar su turno como el resto.