Ana Boyer viaja a Madrid para apoyar a Tamara Falcó en el escándalo con Íñigo Onieva

Tamara Falcó ha convertido la casa de su madre en su refugio después de la infidelidad de Íñigo Onieva y tras decidir que era motivo más que suficiente para romper su relación sentimental, que iba camino del altar. Ya no fue el hecho de ser desleal sino mentir diciendo que no lo fue y 48 horas después desmentirse a sí mismo y reconocer públicamente los hechos. Demasiado dolor para la marquesa de Griñón, que en estos momentos tan delicados necesita del calor de sus seres queridos.

La colaboradora televisiva se ha instalado de nuevo en casa de Isabel Preysler, de donde salió hace años en búsqueda de su independencia personal. Su madre está siendo un pilar de apoyo capital y, aunque todavía no se ha pronunciado ante los micrófonos, sí que ha trascendido que se ha puesto en contacto con el exnovio de su hija para pedirle que se aleje de ella: «Le ha mandado un mensaje muy claro: ‘Íñigo, mantente alejado de mi hija. Ni la llames ni te acerques ni te pongas en contacto con ella’», rezaba el texto que envió al empresario, según se dijo en Sálvame.

Villa Preysler es todo un búnker. Nadie habla ni se para a hablar con los medios de comunicación apostados en las puertas de la lujosa urbanización donde la reina de corazones reside y donde Tamara Falcó se lame sus heridas. Hay guardias día y noche en las que se aprecia un gran ir y venir de vehículos que entran, que salen, pero cuyos viajeros no aportan testimonio alguno.

De la misma manera, Ana Boyer ha decidido estar junto a Tamara en este trance y no ha dudado en coger un avión desde Sofía (Bulgaria), donde Fernando Verdasco disputaba un torneo, hasta Madrid para instalarse por unos días en casa de la madre de ambas, también junto a sus hijos. No quiso hacer declaraciones a su llegada pero consta que su arribo al domicilio familiar se produjo el pasado fin de semana, muy poco después de hacerse pública la infidelidad.

La relación entre Ana y Tamara es de algo más que hermanas. Pese a que se llevan una diferencia de edad de 8 años, ambas han crecido juntas y tienen una gran conexión. La hija de Miguel Boyer ha acompañado a la de Carlos Falcó en todos los momentos importantes de su vida. Recientemente, se la pudo ver el día del estreno del documental de Tamara en Netflix. También ha vestido algunas de las prendas de la colección que Tamara Falcó hizo junto a Pedro del Hierro.

Las circunstancias tristes de la vida también les han unido ya que ambas saben lo que es perder a un padre antes de tiempo. El progenitor de Boyer falleció en 2014, cuando Ana tenía tan solo 25 años. Por su parte, Tamara perdió al suyo en 2020, víctima del covid, cuando ella no había llegado a los 40. Además de hermanas son íntimas amigas y Ana Boyer se convierte en un baluarte en este momento tan duro en la vida de la marquesa, que está completamente devastada tras la traición de quien hasta hace pocos días iba a ser su marido.