Ni un nanosegundo en el metaverso

Tamara Falcó lleva enfrentándose a una tormenta emocional desde el viernes 23 de septiembre saliese a la luz la infidelidad de su entonces prometido Íñigo Onieva. Sonrisa y buenas maneras por delante, la aristócrata ha sabido cómo enfrentarse con inteligencia emocional a un varapalo de tales características y no se ha escondido de la prensa. Dos han sido las veces en las que Tamara ha dado un paso al frente esta semana.

La primera, en el evento de la inmobiliaria Kronos Home –que le consiguió la casa en la que vivía con Íñigo Onieva, y que ella pagaba, todo hay que decirlo–. Aunque en un primer momento no se contaba con su presencia, dado que se esperaba que siguiese refugiada con sus amigos más íntimos en la mansión de Isabel Preylser –a donde se trasladó el sábado por la mañana cuando decidió romper la relación–, finalmente se confirmó su asistencia.

Una reaparición estelar en la que reconoció que había vivido unos días difíciles, que aún estaba «en shock» y que agradecía no solo el apoyo que había recibido por parte de sus amigos y su familia, sino también la filtración de los vídeos. «Reconozco que estoy contenta de que haya salido ahora. Si todas estas noticias hubieran salido estando casada o con familia habría sido terrible (…) Decidí apostar por mi exnovio» y lo hizo «hasta que realmente vi que era verdad».

«Yo siempre he creído que una relación tiene que darte una libertad y para mí la base es la confianza». Al abuso de confianza se une también la mentira de que él negase por activa y por pasiva que el vídeo fuese reciente, aunque al ver que su coartada palidecía, reconociese que podría ser verdad. Fue en ese momento cuando la marquesa pronunció una frase que ya ha quedado para la posteridad: «Me da igual si han sido seis segundos o un nanosegundo en el metaverso. Como esto sea verdad, aquí se acaba todo».

En la misma línea, sin tapujos y sabiendo que contaba con el respaldo unilateral de toda España, hablaba en El Hormiguero dos días después. «Hay muchísimo más de lo que yo no tenía ni idea y doy gracias a mis amigos que me han hecho ver con quién me iba a casar porque me he librado (…). No somos monos, tú controlas tus impulsos, tienes que saber dónde están tus límites». Una auténtica masterclass de saber estar en las que Íñigo Onieva quedó retratado sin ni siquiera estar presente. Las redes ya apuntaban alto y acertaron: Tamara Falcó, de marquesa a Reina.

Shakira, a las puertas del banquillo

A la ya de por sí dolorosa ruptura vivida con Gerard Piqué, se unen sus problemas con la Justicia. Está claro que Shakira no vive su mejor momento y menos esta semana en la que se ha confirmado que irá a juicio antes los indicios de fraude de 14,5 millones de euros simulando que su residencia fiscal no estaba en territorio español.

Entre tanto revuelo, Piqué ha querido poner tierra de por medio y ha viajado junto a Clara Chía a París, donde han disfrutado de unos días de relax y se dejaban llevar por el buen momento que están viviendo en su relación. Los enamorados no han parado de hacer planes, reponiendo fuerzas con la gastronomía francesa y recorriendo las zonas más emblemáticas de la ciudad de la luz en patinete eléctrico. Todo ello, entre sonrisas y muestras de cariño con los que se afianzan como pareja.

Intrigas palaciegas

Si hace unas semanas Margarita de Dinamarca era noticia por haberse convertido, tras la muerte de Isabel II, en la única mujer que presidía una monarquía, ahora lo es por haber despojado a cuatro de sus nietos de sus títulos reales.

A partir de 2023, los cuatro hijos de Joaquín de Dinamarca, hermano del heredero legítimo, no podrán ser considerados príncipes o princesas. Aunque ella asegura que lo ha hecho para otorgarles libertad más allá del peso de la corona, no todos están de acuerdo con la decisión. El primero de ellos, su padre, que no ha dudado en comentar la situación: «Están todos muy tristes. Nunca es divertido ver a tus hijos siendo maltratados así. Se encuentran en una situación que no comprenden».