Jordan Rocca, el empresario italiano que conoce los secretos de las fiestas más exclusivas
El representante y emprendedor aterriza en Madrid con la discoteca Toy Room, tras triunfar en Londres, Dubái y Mikonos
Huye de la etiqueta de «rey de la noche» y se presenta como un empresario con una visión diferente del ocio nocturno, que ante todo exige a su clientela educación, buenas maneras y responsabilidad. Nacido en Génova y afincado entre Ibiza y Londres, Jordan Rocca destaca como una de las figuras más influyentes de las relaciones públicas a nivel internacional. No le gusta la palabra desfase, asocia la fiesta a diversión sin malos hábitos, y lanza un mensaje entre los jóvenes que promulga la cultura del esfuerzo y defiende la vida sana y la práctica del deporte. «Es posible un tipo de ocio sano y responsable, que te permita exprimir la noche, pero que al día siguiente no te impida levantarte para hacer deporte». A él le gusta madrugar, juega al fútbol y ejerce como representante de jugadores en Italia e Inglaterra.
Jordan Rocca, de mirada penetrante azul y brazos tatuados, es socio fundador de las discotecas Toy Room –el club del momento en Londres, Dubái, Mikonos... y así hasta 12 ciudades del mundo–, de las que recientemente el Grupo Pachá ha adquirido una participación mayoritaria. Toy Room ha desembarcado este año también en Madrid, situada frente al Four Seasons y distribuida en dos pisos, con su gigantesco oso como mascota.
Amante de la buena gastronomía, Rocca participa en distintos proyectos del sector de la restauración como la cadena de hamburguesas veganas Neat Burger (con Leonardo DiCaprio y Lewis Hamilton como socios), el exclusivo club privado Socialista London y el restaurante-cabaret The Windmill Soho. Entre sus amigos figuran futbolistas muy conocidos como Neymar, Courtois o Ronaldo. La discreción es su regla número uno.
–¿Cómo define su profesión?
–No me considero el rey de la noche, me defino como empresario y emprendedor. Una persona que tiene una visión diferente y que ha crecido invirtiendo en un mercado diferente. Para tener éxito hay que trabajar duro y creer en lo que haces, TikTok no es la vida real. Hay que ser ambicioso, pero empezar desde abajo e ir creciendo, mientras uno observa, viaja, lee y se forma.
–¿En qué consiste el concepto de Toy Room?
–Un club con música hip-hop y reguetón, que reúne un perfil de jóvenes amplio y menos propenso al desfase insano. Un servicio extraordinario para no hacer esperar al cliente. Distribuido en dos pisos, incluye salas VIP al estilo de suites de hotel con PlayStation y Netflix, una cabina de DJ en los baños, aquí en el baño también se baila, y obras de arte. Cosas diferentes.
–¿Qué tipo de público buscáis?
–De todas las edades, pero gente sana, buena, responsable y que le guste gastar dinero. Gente que sepa divertirse sin perder las formas, educados.
–Tiene un negocio de hamburguesas con DiCaprio y Lewis Hamilton. ¿Cómo es trabajar con ellos?
–Sí, ellos son campeones en lo que hacen. Un líder de la Fórmula 1 y un líder del cine. Están muy bien asesorados y saben lo que hacen. Con Leonardo estuve en Milán la semana pasada.
–Usted es amigo de futbolistas como Courtois, Neymar o Ronaldo. ¿Su presencia en una discoteca es un reclamo para el público?
–Y muchos otros. Pero no creo que sea un reclamo para atraer público. Cada noche vienen amigos famosos a verme, pero el público solo busca pasarlo bien.
–¿Qué diferencia puede haber respecto al público de Londres?
–La gente de Madrid es más fiestera y a los españoles como los italianos les gusta aprovechar la noche. El público en Londres viene de todo el mundo y es más dispar.
–Es fundador de Socialista London, un club privado para socios de élite en el corazón del Mayfair londinense. ¿Cómo le va?
–Sí lo abrí con Giuseppe Ciprani y rinde homenaje a la cultura caribeña. Un éxito.
–¿Siempre quiso dedicarse al ocio nocturno?
–Llegué a Londres tras formarme en la Universidad de Roma, con un MBA en Empresas. Seguía los pasos de mi padre, bróker marítimo en el sector del transporte petrolífero, pero no me gustaba. En la capital británica entré en el mundo de la noche, descubrí mi vocación y fundé, junto a mi socio Luca Maggiora, Project, un club rompedor con los mejores DJ.