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Princess of Japan Mako of Akishino visits the country Brazil in Sao Paulo,

La Princesa se casó en octubre del año pasado con su novio plebeyo y renunció a los derechos dinásticosGTRES

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La anónima vida de Mako de Japón, la «Princesa desterrada» que renunció a la realeza por amor

La Princesa se casó en octubre del año pasado con su novio plebeyo y renunció a los derechos dinásticos

La Princesa Mako cumplía su sueño de casarse con su amor de la universidad el 26 de octubre de 2021. En una ceremonia civil la sobrina mayor del emperador Naruhito contraía matrimonio con Kei Komuro, a quien conoció compartiendo clase en la Universidad Internacional Cristiana de Tokio en 2012. Aunque anunciaron su compromiso cinco años después, en 2017, tuvieron que esperan otros cinco para que la boda se hiciese realidad debido a la oposición de la familia real japonesa. Esta no veía con buenos ojos que la princesa se uniese para toda la vida con un plebeyo, cuya familia a su vez, se había visto envuelta en problemas financieros.

El exnovio de su madre vendió a la prensa que esta debía dinero por los estudios universitarios de su hijo y los medios se hicieron eco de la deuda, que en Japón se considera un auténtico deshonor. Pese a la continua oposición familiar, que ralentizaba los preparativos lo máximo posible, los contrayentes pudieron celebrar su unión el 26 de octubre. La fecha no fue dejaba al azar, sino elegida de forma exhaustiva. Para la cultura japonesa y el budismo, este día atribuiría los mejores augurios a la pareja.

La pareja puso tierra de por medio y decidió instalarse en Nueva York. Allí tendrían que enfrentarse al primer obstáculo de la pareja, ya que Kei Komuro suspendió el examen para ejercer de abogado. Allí viven en un lujoso apartamento de una habitación en la conocida zona de Hell's Kitchen, por el que pagan unos 4.000 € al mes. En los alrededores, de hecho, se les puede ver de forma habitual pasear y realizar compras y recados sin un exhaustivo equipo de seguridad, a pesar de que seis guardaespaldas viajaron con ella cuando renunció a su título.

Mako de Japón y su marido llegan a Nueva York

Mako de Japón y su marido llegan a Nueva YorkAFP

Mientras su ahora marido tiene en mente convertirse en un feroz abogado en la Gran Manzana –a esperas de aprobar el examen de derecho el próximo verano tras suspenderlo dos veces–, ella, de 30 años, ayuda de forma ocasional a expertos en el Museo Metropolitano de la ciudad, donde se realiza además la famosa gala del MET. Su última incursión fue en la preparación de una exposición de arte asiático centrada en las pinturas inspiradas en la vida de un monje del siglo XIII que viajó por todo Japón para introducir el budismo.

La ex princesa de 30 años está más que cualificada para el puesto, pues se graduó de la International Christian University –precisamente donde conoció a Kei Komuro, su futuro esposo– en Arte y Herencia Cultural. También pasó por la Universidad de Edimburgo, donde se especializó en Historia del Arte, y en la Universidad de Leicester obtuvo una master en Estudios de Museos y Galerías de Arte en 2016.

Una excomisaria del Metropolitan ya comentó en su día a la revista People: «Ella está cualificada y probablemente maneja piezas de la colección. En general, es un trabajo que requiere mucha preparación y, a menudo, significa pasar mucho tiempo en la biblioteca».

Aunque ella continúa en perfil bajo, tratando de pasar inadvertida, hay quien apunta que, detrás de esta colaboración con el museo se escondería una posible asistencia a la gala del MET, que este año tendrá como tema a Karl Lagerfeld, icónico director creativo de Chanel durante décadas. Sea como sea, esta unión abre un nuevo mundo de posibilidades en los que desarrollar su profesión y sus conocimientos, siendo incluso remunerada, algo que expertos reales no descartan dado que cuando renunció a la corona en favor de su ahora marido no solo dejó a un lado sus derechos dinásticos, sino a privilegios reales como sus joyas o más de un millón de dólares.

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