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La Princesa que compartió novio con Camila de Cornualles (y no es Lady Di)
La hija de la Reina Isabel II vivió un amor de juventud junto a Andrew Parker-Bowles
Ahora son cuñadas, pero hubo un tiempo en que podría decirse que fueron rivales. Aunque en los últimos años han demostrado que mantienen una relación cordial, coincidiendo en múltiples actos públicos, cuando eran jóvenes la tensión brillaba en palacio. Y es que, aunque Camila se casó el Rey Carlos III cuando aún era el heredero al trono en 2005, su relación con la Princesa Ana se remonta a mucho más atrás. Siempre habían formado parte del mismo círculo social y asistían a fiestas, cócteles, presentaciones y eventos de origen aristocrático.
Fue precisamente en uno de estos cuando Camila Shand –como se apellidaba por aquel entonces– conoció en la década de los 60 a Andrew Parker Bowles. Él era un seductor oficial de caballería que trabajaba para el ejército de su majestad. Ella, mientras, una joven debutante que, pese a no tener linaje real, se había formado en los mejores internados de Suiza. Se convirtieron en la pareja del momento durante alrededor de una década, pero de forma intermitente.
Los continuos flirteos del entonces capitán no convencían a Camilla y acabaron su relación en varias ocasiones. En uno de los descansos que se tomaron, el seductor salió con la Princesa Ana y se convirtió en su primer novio oficial. Era el candidato perfecto para convertirse en su futuro marido. Compartía su pasión por los caballos, pertenecía a la Armada británica y procedía de una buena y prestigiosa familia. Para la monarquía inglesa el único «pero» era su catolicismo. Isabel II nunca hubiera permitido que su hija, anglicana, se hubiese casado con él.
El resto de la historia ya la sabemos. Andrew Parker-Bowles volvió a los brazos de Camilla, que en su ausencia había conocido por intermediación de Lucía Santa Cruz –hija del embajador de Chile en Londres– al Príncipe Carlos. Las versiones varían sobre quién se enamoró de quién. Hay quien asegura que fue el ahora monarca quien cayó rendido ante la inglesa, mientras que para ella era solo diversión. Otras opciones apuntan a que fue mutuo y, aunque intentaron casarse, la corona británica instó a Carlos a que se alejase.
Sea como fuere, los padres de Parker Bowles y Camilla deseaban por conveniencia que sus hijos contrajeran nupcias y orquestaron su compromiso publicando en The Times el anuncio de la boda sin ni siquiera comentárselo a los contrayentes. «Con la petición de mano pública forzosa, Andrew le propuso finalmente matrimonio a su novia de casi siete años», explica la biógrafa real Sally Bedell Smith.
La joven Shand se casó en 1973 con Parker Bowles, el mismo año que la Princesa Ana se casó con Mark Phillips, su primer marido. Ninguno de los dos fue ajeno a la vida que había tenido el otro durante el tiempo que estuvieron separados. A pesar de sus respectivos matrimonios, Camilla y Carlos nunca rompieron su vínculo. Sería la propia Lady Di la que desvelaría a la amante de su marido en la sonada entrevista que concedió a la BBC. «En mi matrimonio siempre fuimos tres», aseguró.
Andrew, pese a lo que sabía, prefirió no realizar declaraciones a los medios y en diciembre de 1994 pidió de forma conjunta el divorcio. Alegraron que hacía tiempo que no vivían juntos; de hecho, él aseguro que desde 1986 su matrimonio estaba completamente roto.
Ana y Mark, por su parte, tuvieron dos hijos: Peter Phillips y Zara Phillips. Sin embargo, la llegada en 1985 de, Felicity, como resultado de un romance extramarital con la profesora de arte neozelandesa Heather Tonkin supuso el fin de su matrimonio. La paternidad se confirmó con una prueba de ADN en 1991, pero dos años antes ya habían anunciado que dejarían de convivir bajo el mismo techo. En agosto de ese año Buckingham emitió un comunicado que reveló que iban a separarse en «términos acordados entre ellos».