Lo que oculta el impactante cambio de look de Charlene de Mónaco
En su visita a la Sociedad Protectora de Animales de Mónaco, la esposa del Príncipe Alberto ha mostrado su nueva imagen
Han pasado varios meses desde que la Princesa Charlene regresó a Mónaco tras una larga temporada en la sombra tratando de superar varios problemas de salud. Desde entonces, no solo ha demostrado ser una nueva mujer más alegre y renovada, sino que también se ha mostrado imparable. Actualmente, ya ha recuperado su agenda institucional y afronta múltiples compromisos.
Uno de los últimos le ha llevado a visitar la Sociedad Protectora de Animales de Mónaco y allí ha sido donde esposa del Príncipe Alberto ha sorprendido a propios y extraños con un impresionante cambio de look con el que se ha mostrado tan radiante como espectacular.
Hace tiempo que la exnadadora se decantó por el pelo corto, dejando atrás su característica media melena y convirtiéndolo en su máxima seña de identidad. Lo cierto es que se trata de un peinado que le sienta a las mil maravillas, pues resalta sus facciones más atractivas del rostro al mismo tiempo que cumple con las tendencias capilares del momento. Ahora ha dado un paso más y se ha atrevido con el color. Si hace unos meses su paso por la peluquería vino acompañado de un rubio platino de lo más favorecedor, en esta ocasión Charlene se ha decantado por el color blanco. Sin duda, una apuesta de lo más arriesgada que ha terminado siendo todo un acierto y con el que muestra que se siente más fuerte que nunca. Además, tal y como ella misma ha demostrado, se siente realmente cómoda con él, pues ha presumido incluso en redes sociales, donde ha compartido una fotografía de su visita oficial. «Fui a visitar el spa de Mónaco. Apoye un spa local o un refugio de animales cerca de usted. Gracias. Con todo mi amor», escribió junto a la instantánea.
Es evidente que es época de cambios para la Princesa Charlene y que ya ha conseguido dar carpetazo a la que tal vez sea una de las etapas más duras de su vida. Los problemas de salud que ha arrastrado desde su último viaje a Sudáfrica, su tierra natal, le llevaron a abandonar su residencia oficial para instalarse en una clínica de los Alpes suizos en la que poder superar sus dolencias, a mantenerse en un segundo plano, y también a pasar una larga temporada alejada de su marido y de sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, sus pilares fundamentales: «Pasé por una época difícil, pero tuve la suerte de ser apoyada y querida por mi esposo, mis hijos y mi familia, de quienes saco todas mis fuerzas. El camino ha sido largo, difícil y doloroso», confesó en una entrevista concedida a la revista News 24.
Por si esto fuera poco, al poco de su regreso a Mónaco, la exnadadora tuvo que hacer frente a los rumores de crisis en su matrimonio con el Príncipe Alberto, algo que ella se ha encargado de desmentir en alguna entrevista. Más allá de negar la veracidad de esta información, también ha informado de que ambos atraviesan una dulce etapa de su matrimonio marcada por el cariño y el profundo respeto. Y así lo han demostrado en sus últimas apariciones públicas, donde se han dejado ver en una actitud cómplice y de lo más cariñosa.