Así es el Recreo de San Cayetano, la finca en la que Cayetano Rivera se refugia sin Eva González

Semana dura para la familia Rivera. Cuando aún no se habían repuesto del ictus de Kiko Rivera, la revista ¡HOLA! dio a conocer que el matrimonio de su hermano Cayetano con Eva González no pasa por un buen momento. Una noticia, en cambio, que parece no pillar a todos por sorpresa. Muchos apuntaban a que el hecho de que no se les viese juntos desde el pasado mes de agosto cuando disfrutaron de las playas de Cádiz junto a su hijo era un síntoma del malestar de la relación.

Tras el verano, retomaron sus compromisos profesionales, pero lo hicieron por separado, al igual que su convivencia. La pareja no ha iniciado los trámites legales de separación ni existe un convenio ni acuerdo de custodia, lo que podría dar a entender la temporalidad de la situación. Sin embargo, por el momento, viven por separado.

Eva González reside en su casa de Mairena del Alcor, en Sevilla, su tierra natal y en la que está escolarizado su hijo. Mientras, Cayetano se ha desplazado a Ronda. Con una separación de 120 kilómetros y hora y media de distancia, el diestro se ha instalado en El Recreo de San Cayetano, una finca rondeña que se convirtió en el emblema familiar.

La compró Cayetano Ordoñez en 1920, aunque los problemas económicos de años venideros le obligaron a deshacerse de ella. Décadas más tarde, Antonio Ordoñez, padre de Carmina y abuelo de los hermanos, pudo volver a comprarla y convertirla en lo que es ahora un retiro amplio, rústico, con decoración relacionada con el mundo del toreo y 10 hectáreas de olivares a su alrededor.

Escenario de fiestas y celebraciones de la familia como la boda de Francisco Rivera y Lourdes Montes o el bautizo del pequeño Cayetano, hijo del torero y la presentadora, la finca puede presumir de haber alojado entre sus cimientos a personajes emblemáticos de la vida pública nacional e internacional. Actores como Adrien Brody, figuras del flamenco como Lola Flores, premios Nobel como Mario Vargas Llosa o Ernest Hemingway han descansado en sus habitaciones. Algunos, de manera permanente, ya que el director de cine Orson Welles se quedó tan prendado del lugar que sus cenizas reposan en el pozo ubicado en el jardín.

Con el tiempo, Francisco y Cayetano convirtieron la finca en un hotel, a razón de 500 € la noche. Con cinco habitaciones amplias y bien distribuidas, se ofrece como un lugar de descanso para más de diez personas, que también pueden disfrutar de un salón comedor con chimenea, cocina, biblioteca, sala para masajes y piscina. Una casa, por tanto, con todas las comodidades, y de la que, ahora, no están obteniendo remuneración alguna. Al menos, hasta que Cayetano abandone el lugar y puedan volver a alquilarla.