La curiosa bebida que el Rey Carlos III siempre toma antes de cenar

Las manías del Rey Carlos III no son ningún secreto. Desde el fallecimiento de la Reina Isabel II y la posterior proclamación del que fuera Príncipe de Gales como nuevo Rey de Inglaterra, se ha visto ubicado en el centro de todas las miradas convirtiéndose, además, en el protagonista indiscutible de la actualidad informativa a nivel internacional.

Esto ha propiciado que salgan a la luz algunos de sus secretos mejor guardados, tales como las excentricidades que le llevan acompañando gran parte de su vida. Todo el mundo sabía que Carlos siempre ha sido un hombre de costumbres y también algo exigente.

Su pijama y sus cordones deben plancharse diariamente, en el momento en el que se va a lavar los dientes, el cepillo debe tener ya 2,5 centímetros de pasta echados a lo largo del mismo, le es imposible dormir si las ventanas no están abiertas, y en la hora del desayuno debe encontrarse con un tazón de jugo y dos ciruelas, aunque solo se come una. Además, a todos sus viajes se lleva su cama articulada, utiliza una marca concreta de papel higiénico, el agua de la ducha debe estar a una temperatura determinada y, por si esto fuera poco, sus empleados también tienen que colocarle la toalla de tal forma que la tarea de secarse le resulte lo más sencilla posible.

Ahora bien, cuando todos pensábamos que las manías del Rey Carlos ya no podían ir más allá, estos días ha trascendido que el monarca disfruta de la misma bebida todas las noches y que, además, esta tiene que ser servida de una manera muy concreta. Así lo ha revelado el conde Tibor Kalnoky, uno de sus íntimos amigos, mientras comentaba el documental The Real Windsors: The Outspoken Heir de Channel 4 y compartía, por tanto, su opinión sobre las preferencias alcohólicas de la Familia Real británica: «Le gusta un Martini antes de la cena, eso es seguro», ha declarado.

Al parecer, el Rey Carlos no se conforma con beberse un Martini antes de sentarse a cenar, sino que, además, lo hace siempre en el mismo vaso, el cual se lleva consigo cada vez que viaja al extranjero.

Pero ¿de dónde viene esta afición del hijo de Isabel II por el Martini? Según Tibor Kalnoky, él fue conocedor de esta curiosa manía de Carlos cuando este le fue a visitar a Rumanía hace varios años. El actual soberano se quedó tan prendado de los encantos de Transilvania, que incluso decidió comprar una pequeña casa de campo allí. Desde aquel día, han sido varias las veces en las que los amigos se han reunido en dicha propiedad y, casualmente, en todos sus encuentros el conde Tibor ha visto al Rey beber un Martini antes de cenar.

No obstante, tal y como recoge Mirror, esta no parece ser la única bebida alcohólica que le gusta al padre del Príncipe Guillermo, pues, al parecer, también siente una gran atracción por los gin tonics.