Tamara Falcó coincide en la boda de Abu Dabi con sus amigos Hugo Arévalo y Hugo Hernández-Mancha

Fue la boda de Tamara y los tres Hugos. Lejos de esconderse y superar su ruptura con Íñigo Onieva en privado, Tamara Falcó lleva un mes de lo más ajetreado. Un viaje a México, otro a Portugal y varios compromisos laborables después, la marquesa de Griñón empezaba su peripecia por el golfo Pérsico y se trasladaba a Qatar para asistir al concierto de su hermano Enrique Iglesias en el Doha Golf Club, ciudad en la que, por cierto, tienen fijada su residencia permanente Fernando Verdasco y Ana Boyer desde 2016 junto a sus hijos.

No es el único vínculo que une a Tamara a esta zona de mil y una noches, ya que, días después de ver a su hermano sobre el escenario, viajó a Abu Dabi para acudir la boda de su gran amiga Khali El Assir y Juan José Franco. Un enlace al que, según ha podido saber El Debate en exclusiva, no acudió sola, sino en compañía de sus amigos Hugo Arévalo y Hugo Hernández-Mancha, al que conoce desde la infancia y que también forma parte del círculo de amigos de Íñigo Onieva.

Fuentes próximas al hijo de Antonio Hernandez Mancha, presidente de AP entre 1987 y 1989, han desmentido a El Debate que mantenga una relación afectiva con Tamara Falcó. Hugo Hernández Mancha es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y la Universidad de Columbia, ha ejercido en Nueva York, París, Londres y Madrid, trabajando para una variedad de sectores como energía renovable, ingeniería, construcción, petróleo o gas. Actualmente, es socio de Gibson, Dunn & Crutcher, multinacional estadounidense con 20 oficiales en todo el mundo.

Hugo Arévalo, por su parte, invirtió en Tuenti con apenas 24 años y eso solo fue el comienzo de una exitosa carrera empresarial que le llevó, entre otros puestos, a ser presidente ejecutivo de Hawkers. Actualmente, es cofundador y director de ThePowerMBA. A Tamara le une una estrecha amistad y inversión conjunta en Miniplanta, una compañía fundada en 2020 con el propósito de enseñar a sus clientes a criar plantas para que luzcan en su máxima expresión.

Viajaron hasta Abu Dabi por separado y los tres fueron testigos de excepción de la cena de bienvenida que se llevó a cabo el pasado lunes por la noche y del enlace al día siguiente en la Catedral de San José. A esta iglesia católica se personaron los 100 invitados, entre los que también se encontraba el Rey Juan Carlos, que solo acudió al acto religioso y cuya presencia destacó sobre todas las demás. Tal y como nos hacen saber, el entorno pidió que solo le saludasen los familiares de ambas partes y, a modo excepcional, Alejandro Aznar.

El Rey Juan Carlos guarda un especial cariño a Abdul Rahman El Assir, padre de la novia al que conoció en los años ochenta a través de unos amigos en común, aficionados a las monterías. El empresario libanés hizo de padrino y acompañó hasta el altar a su hija, que iba ataviada con un espectacular diseño de Elie Saab y un original tocado de plumas en su cabeza, similar al que lució su hermana Alia en su compromiso con el abogado Hugo Linares en la estación de esquí de Gstaad y que también asistieron a la boda.

Sin embargo, este ha sido el único punto en común de las dos bodas, ya que, mientras Alia decidió publicar y difundir las imágenes de su día más especial, Khali y Juan José Franco apostaron por un enlace más discreto del que no se tiene constancia gráfica. De hecho, los novios pidieron a los invitados guardar los móviles en unas bolsas del plástico, a través de las cuales podía recibir y realizar llamadas, pero no hacer ni compartir imágenes en redes sociales.

Ambos han apostado por un perfil discreto y, aunque se prometieron el pasado mes de julio, prefirieron no generar repercusión mediática con él ni ilustrar las crónicas sociales. Al enlace en los Emiratos Árabes ya acudieron como marido y mujer. La pareja, que se conoce desde que eran pequeños gracias a la gran amistad de sus familias, se casó de forma civil en España hace varios meses y de la forma más reservada posible.

Ahora han puesto el broche de oro a su larga relación, siendo Tamara Falcó, una de sus invitadas más especiales. Ambas se conocieron siendo vecinas en la urbanización Puerta de Hierro, cuando Khali, que estudiaba fuera, regresaba a España para pasar las vacaciones.