Estefanía de Mónaco, de princesa díscola a tierna abuela
El hijo mayor de la Princesa y su mujer han anunciado en redes sociales que están esperando su primer hijo
Los Grimaldi están de celebración. Louis Ducruet, el hijo mayor de la Princesa Estefanía de Mónaco, y su mujer, Marie Chevallier, están esperando a su primer hijo. Un niño que llegará a la vida de la Familia Real monegasca en los próximos meses como un claro motivo de alegría y esperanza y que, además del primogénito del joven matrimonio, también será el primer nieto de la hermana del Príncipe Alberto.
Hace tiempo que la denominada Princesa díscola, por la cantidad de polémicas que ha protagonizado a lo largo de su vida, adoptó un perfil mucho más discreto. Pasó estar a la sombra de su hermano, Alberto de Mónaco, al mismo tiempo que se convertía en uno de los mayores apoyos del soberano, y, al parecer, también en su mejor consejera y en su aliada más fiel. Ahora, la vida de Estefanía promete pasar todavía más desapercibida con el nacimiento de su primer nieto, pues lo más probable es que limite sus apariciones públicas para volcarse, lo máximo posible, en nueva faceta de abuela.
Nacida el 1 de febrero de 1965, Estefanía, la tercera hija del Príncipe Raniero III y Grace Kelly, ha sido la más mediática de su familia desde bien pequeña. Se convirtió en la nota discordante de la Familia Real por sus polémicas relaciones sentimentales con hombres que no era muy bien vistos por la sociedad monegasca, como es el caso de Ducruet, y también por sus continuos intentos de convertirse en una auténtica estrella del pop con canciones como Irressistible, uno de sus temas más sonados, y de las pasarelas, pues cabe destacar que también ha llegado a protagonizar portadas de revistas de gran calado como Vogue o Vanity Fair, y a probar suerte como diseñadora de una línea de trajes de baño y de su propio perfume homónimo.
Muchos la dieron por perdida, pero lo cierto es que poco a poco Estefanía fue asentando la cabeza hasta llegar a convertirse en una mujer discreta, centrada y enfocada en su familia que nada tiene que ver con aquella joven rebelde. Decidió dar un cambio radical a su vida abandonando la primera plana para instalarse en la última y más escondida. Pero ¿qué fue lo que motivó a la Princesa a dejar de ocupar titulares por sus aventuras en la música y el diseño, sus looks y sus múltiples y escandalosas relaciones amorosas?
No se sabe a ciencia cierta, pero muchos atribuyen la causa principal a la maternidad, pues fue tras el nacimiento de sus tres hijos, Louise, Pauline y Camille, fruto de sus romances con los guardaespaldas Daniel Ducruet y Jean Raymond Gottlieb, cuando la hermana de Alberto de Mónaco decidió renunciar a la locura que tanto marcó su juventud, adentrándose en una nueva etapa en la que sus vástagos pasaron a ser su única prioridad en la vida.
De aquel momento ya han pasado muchos años. Tantos, que ya hasta resulta extraño recordar ese lado de Estefanía de Mónaco. En su 50 cumpleaños hizo alusión a aquella época, pero también dejó entrever que se siente mucho más cómoda en esta: «He vivido varias vidas en una. Me gusta la vida con todo lo que me aporta y aprovecho cada instante, acabe bien o mal. Sin pesares», declaró en una entrevista. Una sabia filosofía que parece que también la acompañará en su nueva etapa como abuela.