El triste 83 cumpleaños de Concha Velasco internada en una residencia

Concha Velasco celebra hoy su 83 cumpleaños en la residencia madrileña en la que lleva ingresada desde principios de año. Se espera que lo haga junto a sus hijos, quienes lo más probable es que se trasladen al centro allí para así acompañar a su madre en una jornada muy significativa para todos ellos. Un día en el que las emociones y los buenos recuerdos estarán más que presentes, pues, si hay algo por lo que se caracteriza la denominada chica ye-ye, es por ser dueña y señora de una vida llena de logros, éxitos y reconocimientos.

Nacida el 29 de noviembre de 1939 en Valladolid en el seno de una familia encabezada por María Concepción Varona García de Mardones, una maestra republicana, y por Pío Velasco Velasco, un comandante de caballería, Concha Velasco desarrolló su trayectoria académica entre Marruecos y Madrid, donde estudió Danza Clásica y Española en el Conservatorio Nacional, hasta que, a los 20 años, decidió incorporarse a ballet de la Ópera de la Coruña mientras ganaba dinero trabajando para ayudar a su familia, que, por aquel entonces, no atravesaba una situación económica muy boyante.

Poco después consiguió ingresar en la compañía de Manolo Caracol como artista flamenca y, tras ello, logró dar el salto al mundo de la revista de la mano de Celia Gámez. En ese momento, Concha ya había logrado debutar en la industria cinematográfica gracias a su participación en la película La reina mora. Sin embargo, su salto definitivo a la gran pantalla no se produjo hasta los años setenta, que fue cuando protagonizó cintas como Tormento o Pim pam pum, fuego, mientras que su consagración llegó con Las chicas de la Cruz Roja, cuando se convirtió en uno de los rostros más populares de España.

Poco a poco también se fue haciendo su hueco en la televisión, donde, además de presentar programas de gran éxito como Cine de barrio, también ha formado parte del elenco de series como Motivos personales, Herederos, o Las Chicas del cable; en el teatro, donde también se dio a conocer cantando y bailando en comedias y dramas de la talla de Don Juan Tenorio, La llegada de los dioses, Mamá quiero ser artista o Carmen, Carmen, entre otros; y en la industria musical como cantante de varios discos, entre los que destacan las canciones de La chica yeyé o A tu manera.

Su dilatada carrera profesional enfocada, en su totalidad, al mundo de la cultura y de las artes, así como sus grandes dotes para la música y la interpretación, le han hecho recibir un sinfín de premios y reconocimientos, aunque lo cierto es que ninguno de ellos se puede comparar con el Goya de Honor que recogió en el año 2013 como un bonito homenaje a su preciada trayectoria profesional.

Hay quien pueda pensar que en la vida de la vallisoletana no han tenido cabida las malas noticias. Pero nada más lejos de la realidad. En abril de 2014 le fue diagnosticado un cáncer linfático del que afortunadamente logró recuperarse tras varias operaciones quirúrgicas que revestían gravedad. Un proceso absolutamente delicado en el que contó con el apoyo incondicional de sus dos hijos, Manuel, fruto de su polémica relación con el director de fotografía Fernando Arribas Campa, y Francisco, fruto de su matrimonio con el productor Paco Marsó, del que se separó definitivamente en 2005 tras 28 años juntos, pues fueron muchos los vaivenes que vivió su mediática historia de amor.

Sin embargo, ellos no son los únicos amores que se le han conocido a la veterana. También fueron muy sonados sus romances con el director José Luis Sáenz de Heredia y con el actor Juan Diego. Su amor platónico siempre fue Fernando Fernán Gómez y mucho se habló también de su idílica amistad con Tony Leblanc, Adolfo Marsillach y Antonio Gala.