La verdad sobre la semana más difícil de Sara Carbonero
La periodista ha pasado una semana ingresada tras ser intervenida de urgencia en la Clínica Universitaria de Navarra
Sara Carbonero ha vuelto a dar una lección de entereza y optimismo tras pasar una semana ingresada en la Clínica Universitaria de Navarra, al norte de Madrid. La periodista de 38 años recibía el alta este lunes después de ser operada por un contratiempo de salud. El lunes 21 de noviembre acudió a una revisión rutinaria y los médicos detectaron algo que les llevó a tomar la decisión de que pasara por quirófano de manera urgente. Ni ella ni su entorno han especificado el motivo de la intervención. Algunas fuentes apuntan a que está relacionada con el cáncer de ovario que le diagnosticaron en 2019. La periodista acude a revisiones periódicas y cada mes se realiza una analítica. En esas pruebas observaron algunos valores que podían complicar la situación y decidieron intervenir.
Durante su larga semana ingresada, Sara Carbonero quiso despreocupar a sus seguidores y llamar a la calma compartiendo varios mensajes positivos en sus redes sociales.
Estos días, ha permanecido acompañada por su madre Goyi Arévalo, quien lleva una larga temporada instalada en Madrid, tras abandonar su pueblo natal de Corral de Almaguer, en Toledo. Su gran amiga Isabel Jiménez también ha estado pendiente de ella en todo momento. Ha sido fotografiada en el parking de la clínica con un gran centro de flores y entrando conduciendo en varias ocasiones.
Durante el fin de semana, también se desplazó hasta el centro médico, su novio Nacho Taboada. Fiel a su discreción, el músico no atendió a los medios de comunicación a su llegada y a pesar de llevar la mascarilla, se percibía su semblante serio.
Sara Carbonero recurrió a su perfil de Instagram para mostrar la fortaleza con la que afrontaba este ingreso. Publicó un pantallazo de la canción Poquito de la cantante Valeria Castro. «Yo me conformo con poquito que tanto no necesito», dice el estribillo del tema de la artista canaria. El sábado compartió una imagen de un paisaje con un arcoíris.
Los siete días de su ingreso, su hermana Irene Carbonero se ha hecho cargo de sus sobrinos Martín y Lucas, de 8 y 6 años, puesto que Iker Casillas se encuentra en Qatar, ejerciendo como comentarista del Mundial de Fútbol 2022 para TVE. Irene, psicóloga de profesión, aprovechó las horas en las que los niños estaban en el colegio para desplazarse a la clínica.
El fin de semana antes de ingresar de forma repentina, Sara Carbonero acudía a Valdebebas para ver a su hijo Martín jugar como portero en los alevines del Real Madrid, siguiendo los pasos de su padre.
Cáncer de ovario
En mayo de 2019, la vida de Sara Carbonero dio un vuelco después de que le diagnosticaran un cáncer de ovario. «Esta vez me ha tocado a mí, esa dichosa palabra de 6 letras que todavía me cuesta escribir», publicó en su cuenta de Instagram. Ese mismo mes fue intervenida de un tumor maligno en la Clínica Ruber de Madrid. Un momento especialmente difícil puesto que solo unas semanas antes su entonces marido Iker Casillas sufrió un infarto de miocardio.
Aunque el matrimonio se separó en febrero de 2021 mantienen una buena relación por sus dos hijos en común. La operación de Sara coincidió justo con el viaje de Iker Casillas a Qatar, quien incluso se planteó regresar. Al ver que la cirugía había salido bien, siguió adelante con sus planes. El exfutbolista ha criticado que se filtrase el ingreso de su exmujer y los medios de comunicación se hicieran eco de ello.