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Guillermo y Kate no despiertan simpatía en suelo estadounidense y llevan más de ocho años sin pisarloGTRES

Casa Real

La gran incógnita de los Príncipes de Gales en su viaje a Estados Unidos

No están en el país desde 2014 y se desconoce si su hoja de ruta incluye visita a los duques de Sussex

El Príncipe Guillermo y Kate Middleton se estrenaron como Príncipes de Gales hace una semana en una cena de estado en honor al presidente de Sudáfrica. Sin embargo, su mayor reto empieza ahora que se dirigen a Estados Unidos. Un país en el que despiertan «antipatía», según apuntan varias encuestas de medios de comunicación. El motivo no sería otro que la sonada entrevista que los duques de Sussex concedieron a Oprah Winfrey en marzo de 2021

El matrimonio confesó lo coartado que se sintió hasta que decidió abandonar la Corona y trasladarse a California para alejarse de las polémicas. Si al principio eran los continuos ataques a Meghan de varios miembros de la familia y, especialmente, de los tabloides británicos, después fue el supuesto interés del Príncipe Carlos en el color de piel de sus futuros nietos.

Lejos de atemorizarse, los Príncipes de Gales rompen con esa barrera del océano atlántico que les separa y viajarán a Estados Unidos por primera vez desde 2014. Su punto de llegada será Boston en donde el viernes anunciarán los ganadores de los Premios Earthshot, un proyecto del que el hijo de Lady Di es fundador y que conciencia al mundo de la importancia de cuidar el medio ambiente. Se prevé que en la gala, amenizada por artistas como Ellie Goulding o Billie Eilish, se codeen con la élite estadounidense.

La última imagen hasta el momento de los cuatro fue tomada en el funeral de Isabel IIGTRES

No es el único compromiso que tienen en su agenda, puesto que se encontrarán a su vez con Caroline Kennedy, la única hija viva del expresidente John F. Kennedy y Jackie Onassis. Continuó con los pasos de su padre en política y, actualmente, ejerce como embajadora de Estados Unidos en Australia. Los tres se reunirán en un lugar con significado simbólico como es la Biblioteca y Museo Presidencial John F. Kennedy.

Un viaje de trabajo, en cambio, que estará ensombrecido en todo momento por una gran incógnita. ¿Se verán las caras el Príncipe Guillermo y su hermano Harry ahora que llega a su reino? La última imagen que se tiene de los hermanos en un acto público fue tomada el pasado mes de septiembre durante el funeral de su abuela. Parecía que la muerte de Isabel II había terminado con esa guerra fría instaurada entre continentes.

Sin embargo, no está previsto que los hermanos protagonicen una nueva versión de Tú a Boston y yo a California, porque en el momento en el que Guillermo y Kate pongan un pie en suelo estadounidense, Harry y Meghan abandonarán su casa de Montecito y pondrán rumbo a la Gran Manzana para aceptar el premio Ripple of Hope. Un galardón que reciben por su trabajo en torno a la justicia racial y la salud mental, así como por las iniciativas filantrópicas llevadas a cabo desde su fundación Archewell.

Curiosamente, Kerry Kennedy, sobrina de JFK, en una entrevista para Vanitatis realizada por Gustavo Eusquiza elogió la tarea de la duquesa contra el racismo y aseguraba que «pocos tendrían el coraje de cuestionar a sus colegas, familiares y comunidad sobre la estructura de poder que mantuvieron. Sabían que si hacían esto tendría consecuencias, que serían condenados al ostracismo, perderían su familia, la posición que ocupaban dentro de esta estructura y que la gente les culparía por ello».

Sin embargo, que les concedan el galardón no ha sentado tan bien entre los defensores de los Windsor, que entienden que no es más que un reconocimiento a los ataques que han vertido contra la institución desde que protagonizaron el sonado Megxit. Medios afines a la monarquía comenzaron a investigar las cuentas de la supuesta organización benéfica y sin ánimo de lucro. «Sorprendentes finanzas, ya que entrega 250.000 libras en subvenciones el mismo año en que recibe 36 millones de libras en aportaciones». Será cuestión de tiempo saber si lo que se vio en septiembre fue un acercamiento o mera cuestión de protocolo.