La llamativa razón por la que Isabel Preysler no quiere casarse con Vargas Llosa
Tras siete años de noviazgo, la reina de corazones ha confesado que el novelista peruano le propuso matrimonio
Su historia de amor no solo sacudió la prensa social, sino que trascendió al mundo de la cultura y la política. Formaban una pareja sumamente atractiva como para dejar pasar el tirón. La vida sentimental de Isabel Presyler la conocíamos al dedillo, perfectamente desglosada en las revistas, pero Mario Vargas Llosa aún resultaba un personaje sin explotar a nivel papel cuché. El inicio de su noviazgo en la primavera de 2015 saltó al primer plano tras tomarse unas fotografías de la pareja paseando por las calles de Madrid en junio de ese año. Aunque al escritor le costó acostumbrarse al acoso de los medios, la pareja dejó de esconderse y pronto se convirtió en la más solicitada del photocall. La ruptura del Premio Nobel con su mujer Patricia Llosa generó sentimientos encontrados dentro del entorno más cercano del escritor peruano.
La relación encontró detractores, que al principio no creyeron en su amor, pero siete años después, la pareja ha encontrado una estabilidad a pruebas de rumorología y malas lenguas. Se llegó a publicar que Vargas Llosa había abandonado, en junio, la casa de Puerta de Hierro para instalarse en su piso del centro de Madrid ante una supuesta ruptura, una información que la pareja se encargó de desmentir. Tanto Preysler como el novelista están al tanto de lo que se publica de ellos y no tienen ningún inconveniente en pronunciarse al respecto.
Los rumores de una supuesta boda también les han acompañado de siempre. De hecho, cada vez que Tamara Falcó tenía un novio nuevo la pregunta del photocall obligada era si se casaría antes ella o a su madre. A la vista de cómo acabó el compromiso entre entre Tamara e Íñigo Onieva parecería más probable que la reina de corazones dará el «sí, quiero» antes. No parece que vaya a ser así.
Isabel Presyler acudió este miércoles a una fiesta de una conocida marca de champán y dejó claro que no quiere saber nada de bodas. Calificó a Vargas Llosa como su máximo apoyo, pero descartó que se planteasen dar un paso más y pasar por el altar. «A estas alturas no hace ninguna falta, absolutamente ninguna», explicó a los periodistas. «Me lo pidió, pero lo sabéis todo. Creo que si le digo que sí no hay ningún problema. Estamos bien como estamos. Mis hijos le han aceptado perfectamente y sus hijos han aceptado bien la situación». La reina de corazones, que ha estado casada con un cantante, un noble, un ministro socialista, de momento no sumará un premio Nobel a su lista.
Sobre sus planes para esta Navidad, reconoció que será difícil reunir a toda la familia. «Si no puedo estar con todos en Navidad, estaré inmediatamente después. El año pasado estuvimos juntos y este año tenemos que dividir un poquito porque tienen que estar con las otras familias». Presumió de su faceta de abuela: «Lo que más disfruto en estos momentos de la vida es estar con mis hijos y con mis nietos. Ser abuela es una cosa que es totalmente diferente a todo lo que he podido sentir…. Tengo una suerte increíble».