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Al aterrizar en el aeropuerto, reconoció ante los medios que había vivido una auténtica pesadillaGTRES

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Omar Montes revela la pesadilla que le hizo temer por su vida en Qatar

El cantante tuvo que permanecer cerca de tres horas escondido en el almacén de su hotel después de conocer que unos hombres le estaban buscando, al parecer, para castigarle por la defensa de los derechos humanos que hizo durante su concierto en Doha

La polémica en Qatar empezó antes de incluso de conocerse que Omar Montes era uno de los artistas elegidos para actuar dentro del marco del Mundial de Fútbol. Fueron muchos los cantantes que se negaron a participar en un evento marcado por la violación a los derechos humanos y a la libertad sexual. Sin embargo, el de Pan Bendito decidió participar en el evento, con todas las consecuencias, pero también dispuesto a dejar muy clara su postura ante dicho revuelo.

Así, aprovechando su actuación del pasado miércoles 30 de noviembre en Doha en el FIFA Fan Festival, el madrileño decidió expresar libremente su opinión, aún sabiendo que este gesto podría traerle importantes consecuencias. No obstante, su interés en defender los derechos de los diferentes colectivos primó en todo momento: «Viva el amor, viva España, vivan las mujeres, vivan los gitanos y viva el amor libre. Que cada uno se vaya con quien le de la gana», expresó al finalizar el concierto.

Sus palabras fueron aplaudidas por una buena parte del público, pero esto no le libró de vivir lo que él mismo ha catalogado como una auténtica pesadilla. Nada más poner un pie en España, Omar Montes quiso denunciar públicamente la delicada situación por la que ha tenido que pasar a causa de su mensaje reivindicativo en Qatar.

Reconoció que estuvo metido en un almacén más de tres horasGTRES

Así, tras aterrizar de un vuelo procedente de Doha, el cantante de La llama del amor salió de la terminal del Aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid–Barajas y, a las puertas de la misma, se paró a explicar detalladamente lo que realmente le había sucedido: «Después de la muerte que me han dado tampoco te creas que estoy muy contento. He estado encerrado en un almacén cinco horas. He tenido una cosilla, pero bueno, por lo menos hemos llegado aquí, que ha sido lo importante», empezó diciendo el de Pan Bendito. «Yo he hecho lo que me ha salido del corazón y lo he hecho porque me apetecía y ya está, pero no me esperaba todo esto, no me esperaba el lío grande que ha pasado ni mucho menos», añadió.

Todavía descolocado por la situación y dispuesto a compartir la que tal vez sea una de las experiencias más aterradoras de su vida, reveló: «Hemos pasado miedo. Estaba en un hotel, he estado tres días y Tamir, que era el muchacho de allí, nos estaba echando una mano con todo, para comprarnos la chilaba, para comer en los sitios, para coger los transfer… para todo. Termino de cantar, le llama a Salcedo y le dice: ‘Aquí no vengáis, al hotel, que han venido unos muchachos raros preguntando por vosotros y yo he tenido que decirle la habitación en la que estabais. Hacer tiempo, no vengáis al hotel todavía’».

A pesar del miedo, no se arrepiente de la experienciaGTRES

Fue entonces cuando Omar y su equipo decidieron irse a comprar «unas cosillas para la familia» hasta que volviesen a tener noticias de Tamir: «A las pocas horas vuelve a llamar a Salcedo y le dice: ‘Podéis venir ya, que no hay ningún problema’». Sin embargo, cuando llegaron al hotel, el trabajador les advirtió de la peligrosidad del asunto y les aconsejó esconderse en los espacios más furtivos del complejo. A Omar se le llevó a un almacén, donde pasó cerca de tres horas «a oscuras» y con mucha «ansiedad»: «Me dijo: ‘hasta que no venga el transfer, no salgas de aquí porque no te puedo asegurar tu bienestar’», continuó explicando el cantante.

Tras ello, aseguró: «A la que viene el transfer, yo a mi rollo, me meto y cuando voy a mirar para atrás veo a gente mirándome y hablando por los walkies. Yo me hice el loco, me puse mi capucha, tiré para adelante y fui pasando los controles». «Como allí, al final, yo no soy tan conocido, gracias a Dios he podido escapar», concluyó.

Pese a todo ello, Omar se siente bien consigo mismo y orgulloso de su labor en Doha. Tanto, que ni siquiera se arrepiente de haber ido. Ahora bien, todavía necesita tiempo para asimilar todo lo ocurrido y pensar que, afortunadamente, todo ha quedado en un susto.