Todas las veces que Aitana y Miguel Bernardeau nos dejaron entrever su ruptura en la promoción de 'La Última'

Nada hacía presagiar que el título de la serie que protagonizaban Aitana y su –hasta ahora– pareja Miguel Bernadeau era el mejor reflejo de su relación. La promoción de La última, colmada de entrevistas, presentaciones y una premiere de alto copete en Gran Vía, dejó entrever cierta distancia emocional entre ambos.

La incomodidad de ambos al verse en la tesitura de responder a cuándo fue la última vez que se dijeron «te quiero» solo avanzaba que esa sintonía que tenían desde hace cuatro años estaba marchitándose. «Esta mañana», respondía el actor, a lo que ella contestaba cortante: «No, esta mañana, no».

«Estábamos felices como estábamos», responde en otra ocasión Bernardeau acerca de la propuesta y grabación de la serie. Aitana acompaña esta respuesta con una risa irónica y gesto serio. Precisamente, los medios y en especial Lecturas, quien dio la exclusiva, señalan que el detonante de la crisis y posterior ruptura fue el desgaste que sufrieron en su grabación. Él habría tenido que renunciar a varios proyectos profesionales para centrarse en este, mientras Aitana siguió con su gira por España y Latinoamérica y la grabación de su tercer álbum. La complejidad de sus agendas hizo que vivieran separados tres meses, un periodo de tiempo en el que no se vieron ni una sola vez.

Lejos de aclararlo, Aitana reapareció el mismo día que se publicó la noticia en la fiesta de Navidad de Vogue e Yves Saint Laurent con corte de pelo nuevo y un vestido negro que ya han tildado como «de la venganza», en referencia a aquel que lució Lady Di tras anunciar su separación de Carlos III.

Dos síntomas de una ruptura no confirmada, pero sí predecible tras sus declaraciones: «Os lo digo, con la mano en el corazón, para ver si me podéis ayudar, que no me grabéis en casa. Porque está empezando a venir mucha gente, hombres, a las tres de la mañana, a las cuatro de la mañana... Yo estoy sola y lo paso muy mal. Tengo mucho miedo». Un desliz que confirmó que Miguel ya había abandonado la casa que hasta ahora compartían.

Vuelta a casa por Navidad

La Princesa Leonor llegaba el jueves por la tarde a la sede de la Cruz Roja en Madrid para mantener un encuentro con jóvenes voluntarios y participantes en programas sociales de la entidad benéfica para conocer de primera mano cómo trabajan.

Más allá de su labor solidaria, la visita tenía importancia porque suponía la reaparición en público de la Futura Reina desde el pasado 29 de octubre, días antes de cumplir 17 años, cuando viajó a España con sus padres y su hermana para asistir a los Premios Princesa de Asturias que preside desde hace tres años.

Muy sonriente, apareció con un look working girl en el que rescató una blazer de Carolina Herrera con estampado Príncipe de Gales y perfil granate que su madre Doña Letizia estrenó en mayo de 2020 para visitar las instalaciones de Mercamadrid. Debajo, un sencillo jersey granate de cuello vuelto y unos pantalones de vestir negros. A pesar de sus 17 años, sigue apostando por la comodidad y decidió lucir unas sencillas bailarinas a juego con el conjunto.

Intrincados cuentos de palacio

Era difícil pensar que los tres y últimos capítulos de la docuserie de Meghan y Harry lanzase tantos dardos contra la Royal Family. Sin embargo, la pareja parece haberse guardado varios ases bajo la manga y detalla no solo el momento en el que la otrora actriz pensó en suicidarse, sino que revelan quiénes fueron los culpables de su aborto.

Un bebé que perdieron poco después de mudarse a Estados Unidos y de cuya pérdida acusan al Daily Mail, tabloide británico sensacionalista con quien tiene una cruzada desde que este comenzó a atacar sobremanera a la duquesa. Real o no, una acusación así podría tener consecuencias fatales para el matrimonio, que lejos de abandonar la vida pública –como quisieron hacernos creer cuando se marcharon de Reino Unido– siguen viviendo de «cuentos de palacio». ¿El siguiente? La publicación en enero de las memorias de Harry.