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El expresidente Barack Obama y su mujer MichelleGTRES

El ultimátum de Michelle Obama a su marido

«No pude soportarlo durante diez años», ha confesado la exprimera dama en una entrevista en la que también ha tenido palabras para sus hijas

Aunque su perfil siempre ha estado ligado a la política por ser la esposa del expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, lo cierto es que Michelle nunca ha tenido reparo en hablar de su vida personal, ni en airear los trapos sucios de su familia, pues, como en toda casa, en la suya también han tenido cabida los problemas.

La última vez que lo ha hecho ha sido durante una entrevista con Revolt, concedida el pasado mes de diciembre con motivo de la promoción de su nuevo libro, The Light We Carry. Un encuentro con la prensa en el que la exprimera dama volvió a sincerarse sobre su matrimonio, ofreciendo unas polémicas declaraciones que no han tardado mucho en dar la vuelta al mundo.

Michelle llegó a confesar que «no soportaba» a su marido cuando sus hijas eran pequeñas. Y lo cierto es que para ellas también tuvo palabras un tanto desagradables que, como era de esperar, no han pasado inadvertidas para la prensa internacional: «La gente piensa que soy maliciosa por decir esto, pero hubo diez años en los que no soportaba a mi marido. ¿Y sabes cuándo ocurrió? Cuando las niñas eran pequeñas», expresó.

Malia Obama, en Los ÁngelesGTRES

«Durante diez años, mientras intentábamos construir nuestras carreras y nos preocupábamos por la escuela y quién hacía qué, yo estaba como: ‘argh, aquí no hay igualdad, esto no es justo’», añadió la escritora.

Tras ello, aclaró que, bajo su punto de vista, un matrimonio debería ser «50/50», pero ella, por su experiencia, ha comprobado que esto no se da en ninguna pareja, ni mucho menos en la suya: «Hemos estado casados 30 años, pero me quedo con diez años malos antes que con 30 porque la gente se rinde antes», apostilló.

Más allá de las cuestiones profesionales, otro de los motivos que les hicieron atravesar una grave crisis fueron sus hijas, Malia y Sasha, y el estrés que les produjo criarlas, ya que, al parecer, hacían muchas trastadas. Según Michelle, cuando estas eran pequeñas eran «terroristas que tenían sus exigencias» y esto terminó causando mella en el matrimonio: «Los niños no hablan, no se comunican bien, lloran todo el tiempo, son irracionales y están necesitados. Y tú los quieres. No puedes culparlos, así que vuelcas esa ira en el otro», espetó.

Sasha Obama in Los Angeles, USA.GTRES

Esta no es la primera vez que la exprimera dama ha hablado así de su relación. En su pódcast llegó a confesar que, en ciertas ocasiones, había llegado a tener ganas de «tirar a Barack por la ventana». Sin embargo, juntos han sabido superar todos los obstáculos apostando, siempre, por la continuidad de su matrimonio, pues, pese a todo lo malo, tienen mucho que agradecerse el uno al otro, y lo más importante, se siguen queriendo y respetando. Michelle, por su parte, ha reconocido que, aunque sigue enfadándose con el expresidente, siempre es capaz de ver sus grandes virtudes: “Puedes estar enfadada con él, pero le miras y dices: ‘No estoy de acuerdo contigo, pero sigues siendo una persona amable e inteligente’