Así es el ático madrileño de un millón de euros donde Vargas Llosa se refugia tras su ruptura
El escritor lleva meses instalado en la casa del barrio de los Austrias, en la que vivió junto a su mujer Patricia Llosa y sus hijos
Desde que salió a la luz la polémica e inesperada ruptura entre Mario Vargas Llosa e Isabel Presyler, poco ha sido lo que se ha sabido de ellos. Por el momento, ninguno de los dos se ha dejado ver, ni ha querido pronunciarse al respecto.
Pese a ello, sí ha llegado a trascender cuál es su paradero. Tal y como apuntan varios medios de comunicación, nada más confirmar la noticia, la socialité puso rumbo a Miami para reencontrarse con sus hijos, con los que se espera que pase la Nochevieja y el Año Nuevo y apoyarse en ellos en estos delicados momentos marcados por el desamor.
Mario está recluido en su piso de Madrid, ubicado en una de las zonas más céntricas de la capital. Allí recibe la visita de familiares y amigos con los que, muy probablemente, pasa parte de su tiempo desahogándose y tratando de hacer frente a esta nueva etapa de su vida.
Además, esta propiedad también se ha convertido en el punto de encuentro de los medios de comunicación, a la espera de que el Premio Nobel se decida a salir de su casa, protagonizando así sus primeras imágenes tras el fin de su relación con la reina de corazones.
La casa está situada en el barrio de los Austrias de Madrid, muy cerca del Palacio Real, y está valorado en más de un millón de euros. Se trata de un ático distribuido en 283 metros cuadrados más una terraza de 30 metros, que abarca toda la planta superior del edificio, el cual se construyó en el siglo XIX.
Aunque el tamaño del hogar es bastante inferior a con el que contaba en la casa de Isabel, Mario tiene espacio más que de sobra para almacenar todas sus pertenencias, incluidas sus joyas más preciadas, entre las que destaca una exclusiva biblioteca, donde Mario podría encontrarse ahora mismo, teniendo en cuenta lo centrado que está en su nueva novela.
Allí lleva instalado desde el pasado verano, cuando abandonó la casa de la que fuera su pareja, al parecer, a causa de una tensísima discusión. Lo ha convertido en su mejor refugio para superar este nuevo fracaso sentimental marcado, ya no solo por el recuerdo de Isabel, sino también de Patricia Llosa, pues es precisamente en este lugar donde el peruano y la madre de sus hijos vivieron junto a estos los años más felices de su matrimonio. Es, por tanto, un lugar lleno de recuerdos que muy probablemente el Nobel ya ha empezado a desempolvar.