Lo que Isabel Preysler aprendió de Tamara Falcó

Isabel Preysler define su historia con Mario Vargas Llosa como un amor de novela romántica. Muchos años de felicidad inmensa, convivencia, ilusión y esperanza, que, sin embargo, no han tenido final feliz. La celebrity anunciaba a golpe de exclusiva en Hola que había terminado su relación con el escritor después de ocho años juntos.

No terminaba de explicar el motivo, pero daba a entender que los celos de él siempre habían sido un impedimento en la pareja. Al parecer, al peruano de 80 años le molestaban ciertas actitudes de la madre Tamara Falcó y decidía abandonar durante días la casa de Puerta de Hierro en la que ambos estaban instalados. Una actitud inmadura que repitió en varias ocasiones y por el que Isabel se sacrificó durante años. Sin embargo, a la larga provocó el hartazgo y la necesidad de la vuelta a la tranquilidad.

Termina así un idilio que comenzó de forma fortuita tras un viaje organizado por Porcelanosa. Con Carlos III como carabina en el Palacio de Buckingham, él, que estaba separado, y ella, que se había quedado viuda, coincidieron y sintieron un auténtico flechazo que no pasó desapercibido para ninguno de sus compañeros de viaje a Londres.

Tamara Falcó: una nueva era

Hay quien ya califica el 2022 como el annus horribilis de la familia Falcó-Preysler. La ruptura de Tamara e Íñigo Onieva unida a la reciente separación de su madre con el escritor hacen ver similitudes entre una y otra historia. Isabel Preysler ha seguido la línea de su hija y no ha querido amedrentarse ante una noticia de tales características.

Indiscutiblemente, Tamara se convertía en uno de los personajes del 2022 tras anunciar con un día de diferencia su compromiso y ruptura con el empresario madrileño. Sonrisa y buenas maneras por delante, la aristócrata sabía cómo enfrentarse con inteligencia emocional a un varapalo de tales características y no se ha escondido de la prensa en ningún momento. Una lección bien aprendida por su madre, que se alejaba de las medias tintas para confirmar en primera persona su ruptura.

Con la ilusión recuperada y puesta en Hugo Arévalo –antiguo amigo de Íñigo con la que se le relaciona–, la marquesa de Griñón se enfrenta a un año que empezará con el estreno de su nueva casa. Un lugar donde crear nuevos recuerdos que no estén relacionados con su año más difícil.

Un fin de año especial

Ocho años son también los que llevan juntos Cristina Pedroche y David Muñoz, aunque su historia no parece tener final. Al menos, por el momento. La pareja espera su primer hijo para el próximo verano, una noticia que les llena de ilusión a ambos y cuyo anuncio parecían reservar para el momento más importante de la vallecana: las Campanadas de Fin de Año.

Que los fotógrafos pillasen al matrimonio salir de la clínica madrileña de ginecología y obstetricia donde está teniendo el seguimiento del embarazo solo presagiaba la buena nueva. La llegada del bebé solo va a completar si cabe aún más a una pareja que desde que se conoció de forma casual en un evento de una marca deportiva no ha dejado de mostrar la admiración y devoción que sienten el uno por el otro.