El inesperado regalo de Reyes de Íñigo Onieva a Tamara Falcó

El 2023 ha tenido el mejor de los inicios para Tamara Falcó e Íñigo Onieva, que han empezado el año a golpe de reconciliación. El empresario y la marquesa de Griñón han decidido volver a apostar por su relación, la cual se pensaba que había terminado de manera definitiva cuando, el pasado mes de octubre, la hija de Isabel Preysler decidió romper tras conocer que su pareja le había sido desleal en al menos una ocasión.

Lo suyo le ha costado al empresario ganarse el perdón de la que parece seguir siendo la mujer de su vida y, precisamente por esto, quiere aprovechar al máximo esta nueva oportunidad demostrándole a su chica todo lo que la quiere, algo que, esta vez, parece que ha hecho a través de ostentosos regalos aprovechando el Día de Reyes.

Estas Navidades, Íñigo ha tirado la casa por la ventana. Tanto es así, que, en plena víspera del mágico día, el ingeniero ha sido localizado por las cámaras de la Agencia de Prensa Gtres en medio de una jornada de compras de última hora por el centro de la capital. De este modo, el empresario se dejó ver entrando y saliendo de la famosísima y exclusiva joyería Rabat. Este hecho no prueba que Íñigo se trasladase al lugar para comprarle un regalo a la marquesa de Griñón, pero que lo hiciese acompañado de su madre, Carolina Molas, y de sus hermanos, sí lo ha dado a entender. Quizá Onieva necesitaba escuchar el consejo de su madre y sus hermanos para que el detalle con el que pretende sorprender a Tamara sea un acierto asegurado. Pero, ¿qué es exactamente lo que Íñigo compró en la joyería?

Tal y como han desvelado en Y ahora, Sonsoles, el empresario abandonó el establecimiento con «dos Rolex con esfera plateada, brazalete de tres eslabones y cuerda automática de 10.000 euros cada uno, uno para él y otro para su hermano Jaime, y con una gargantilla de oro blanco de 18 kilates y 150 diamantes valorada en 7.850 euros».

Aún no se sabe si Íñigo y Tamara pasarán juntos el Día de Reyes, pero, teniendo en cuenta que sí se vieron el día de Nochebuena y también en Nochevieja, no resultaría extraño que lo hicieran. Quizá ambos se reencuentren en Villa Meona, la mansión que Isabel Preysler posee en una exclusiva urbanización de Puerta del Hierro, aprovechando que la socialité se encuentra de vacaciones en Miami, y se sorprendan con originales y exclusivos regalos con los que se demuestren el uno al otro los sentimientos tan puros y sinceros que siguen teniendo, así como las ganas y la felicidad con las que han acogido esta nueva oportunidad.

Mientras tanto, sigue existiendo la gran duda de si, finalmente, la pareja se animará a pasar por el altar antes de que acabe el año, tal y como tenían previsto antes de que su ruptura se convirtiese en una realidad.