Gente
El acoso de la prensa a Mario Vargas Llosa y la reacción de su familia
Los periodistas hacen guardia día y noche en las inmediaciones de su casa para arrancarle alguna declaración
La ruptura entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler está dando mucho de qué hablar y más ahora que los rumores de que la reina de corazones tiene una nueva ilusión sentimental son más contundentes que nunca.
Tal y como explicaba la periodista Paloma Barrientos durante la tarde del sábado en el programa Fiesta, la madre de Tamara Falcó podría estar conociendo a un empresario; «Se ven fuera del país, es un señor con muy buen aspecto», comentaba la comunicadora. Añadía que es un hombre español, con un gran patrimonio y con una relación muy estrecha con la alta sociedad. Lo que más ha sorprendido es que, supuestamente, Isabel Preysler habría estado solapando ambas relaciones, puesto que estos encuentros llevarían produciéndose desde hace ya un año, cuando todavía era pareja del escritor.
Si los rumores son ciertos, sería una sorpresa para todos ya que las últimas explicaciones de la filipina tras su ruptura fueron que quería dedicarse a su familia y a ella misma, desmintiendo así cualquier historia de amor con la que le vincularán; «Quiero vivir tranquila disfrutando de mis nietos».
Tras conocerse la información, el literario Vargas Llosa tuvo un encuentro con incómodo encuentro con la prensa en la puerta de su domicilio. Volvía de disfrutar de un almuerzo familiar junto a su hijo Gonzalo y su nieta Josefina. Ante los rumores de la posibilidad de que Isabel esté fraguando un nuevo amor, el escritor se ha mostrado tajante y sereno; «No voy a hacer ninguna declaración a la prensa». Hastiado del circo mediático que se ha generado.
Quien no se ha mostrado tan serena ha sido su nieta, quien parecía estar un poco agobiada e incómoda con las preguntas que les hacían: «De verdad, por favor, no hagan caso», expresaba la joven. Su hijo Gonzalo, por el contrario, ha optado por proteger a su padre en todo momento: «Por favor, dejen a mi padre».
Mario Vargas Llosa ha llegado a España después de pasar junto a su hijo unas Navidades en Italia alejados del foco mediático. Ahora, el escritor se encuentra en su domicilio de Madrid, arropado por todos los suyos y en búsqueda de la tranquilidad absoluta, pero sus pasos están siendo muy perseguidos desde que se dio a conocer el fin de su relación con Isabel.
Desde que se hizo pública la ruptura entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, han sido numerosas las teorías sobre los motivos que propiciaron el punto final a su amor. Lo único que ha transcendido han sido las declaraciones que dio la socialité a la revista ¡Hola!, En ella explicó que los celos constantes y las discusiones por parte del escritor convirtieron el idilio en una situación insostenible.
Según algunas versiones los ataque de celos de Vargas Llosa era una actitud prolongada en el tiempo: «Está acostumbrado a salir y marcharse de casa unos días, e Isabel dice que no lo iba a aguantar», añadía.
Tales declaraciones fueron desmentidas por el propio escritor, pero su enfado ante estas acusaciones ha sido tan grande que estaría dispuesto a denunciar a todo aquel que lo tache de celoso en público.