El día en que Mario Vargas Llosa se marcó un Shakira contra Isabel Preysler

Este jueves ha salido a la luz de forma íntegra el relato corto Los vientos, escrito por Mario Vargas Llosa. Hay quienes piensan que esta última publicación del premio Nobel está llena de referencias evidentes a la relación sentimental que mantuvo con Isabel Preysler y que finalizó el pasado año ante la sorpresa de todos.

Es una historia que se escribió en diciembre de 2020, por lo que todos los sentimientos que Mario ha dejado plasmados en la novela ocurrieron durante su noviazgo con la madre de Tamara Falcó. Como es muy habitual en el escritor, la narración se ha realizado de una manera autobiográfica. Habla de un protagonista de avanzada edad que dejó a su mujer, Carmencita, por un nuevo amor del que se quedó prendido. La trama consiste en la nostalgia que siente el personaje por haber abandonado a su mujer y de su continúo arrepentimiento por ello.

«De Carmencita, mi mujer por muchos años, me acuerdo muy bien. Todas las noches, parece mentira, desde que cometí la locura de abandonar a mi mujer, pienso en ella y me asaltaron los remordimientos», escribe. Tras leer estos fragmentos, muchos ven a Carmencita como la personificación de Patricia Llosa, la mujer con la que contuvo matrimonio, tuvo a sus tres hijos y compartió más de cincuenta años de su vida. Con estas líneas, Mario deja entrever que se arrepiente de haber dejado a su exmujer para apostar por su romance con Isabel Preysler.

«Creo que solo una cosa hice mal en la vida: abandonar a Carmencita por una mujer que no valía la pena. Ella nunca me perdonó, por supuesto, jamás pude amistarme con ella, y, para colmo, Carmencita se casó con Roberto Sanabria, mi mejor amigo hasta entonces», continúa relatando.

Su ruptura con Isabel Preysler se hizo pública a finales del año pasado, por lo que, al ser un cuento escrito en 2020, es probable que sea un alegato de lo que ya estaba pasando en su relación sentimental, convertida en una obra literaria a modo de relato autobiográfico; «Ya me olvidé del nombre de aquella mujer por la que abandoné a Carmencita; volverá a mi memoria, sin duda, aunque, si no volviera, tampoco me importaría. Nunca la quise. Fue un enamoramiento violento y pasajero, una de esas locuras que revientan una vida. Por hacer lo que hice, mi vida se reventó y ya nunca más fui feliz […] Fue un enamoramiento de la pichula, no del corazón. De esa pichula que ya no me sirve para nada, salvo para hacer pipí».

Aunque los sentimientos que refleja el protagonista de la historia encajan a la perfección con la situación que podría estar viviendo el premio Nobel, hay dos grandes diferencias. Por un lado, en el relato, Carmencita está muerta, y por otro, nunca llegó a perdonarlo. En la actualidad, Patricia Llosa está viva y, tras varios sin ningún tipo de contacto, mantiene una relación cordial con el peruano, como bien hemos podido ver en unas imágenes publicadas por su hijo Álvaro en las redes en los últimos meses.