Marta Sánchez: «Ya huele a rancio que se asocie el himno y la bandera con la derecha»
La cantante presenta su nuevo sencillo Contigo en el que reflexiona sobre el enamoramiento y la paz que le ha brindado su novio Federico León
Su voz prodigiosa y aclamada forma parte de la banda sonora de España. Marta Sánchez lleva 37 años, infatigable, sobre los escenarios y no se plantea dar un paso atrás. Como dice su canción ella es La que nunca se rinde. Nunca le gustó que le dijeran cómo hacer las cosas y confió en sus corazonadas tanto en la música como el amor. Recibe a El Debate en el hotel Heritage, de Diego de León, con un traje impoluto y una sonrisa relajada, para presentar su nuevo single Contigo. Queda Marta para rato.
–¿Cómo ha vivido este último proceso de creación?
–Contigo es una canción de amor, porque todavía se escriben canciones de amor. Dedicada a mi pareja Federico, porque lo sentía así. Me salió una melodía hace unos meses que la concebí en lo que yo llamo wachi wachi, que es un inglés incorrecto. Y después la pasé al español con esta letra que le dedico como regalo de Navidad, que se la entregué ya terminada y masterizada, después de cuatro años de relación maravillosa que hemos pasado juntos. Ojalá le pueda escribir más canciones. Estoy en un momento de amor. De desamor también he escrito algunas durante mi carrera, en las rupturas, pero ahora estoy en un momento pletórico de disfrutar del amor.
–Y como fuente de inspiración, ¿funciona mejor el amor o el desamor?
–Diría que el desamor es más impulsor de desahogar, de escupir sentimientos que duelen, que de alguna manera te van a aliviar el momento de dolor. Desde el amor se escribe más tranquilo, mucho más paciente, desde la paz que da ese estado emocional, que no te requiere tanta alteración en el interior.
–Su nuevo trabajo ha logrado un gran respaldo del público.
–Sí, una acogida que no me esperaba. Número tres, casi cuatro días, después de estos dos números uno como Shakira y Miley Cyrus, que han sido bombazos. Es un logro porque estoy trabajando de forma independiente, produciendo y y gestionando todas mis canciones, desde mi oficina como productora y poniendo yo todo el cariño y el esfuerzo.
Shakira ha decidido ser así de explícita y es un temón, más allá de la 'claravidencia'. No soy quién para juzgarlo
–¿Qué opinión le merece el tema de Shakira con Bizarrap?
–Las dos somos autoras de muchas de nuestras canciones y como compositoras eres libre de expresar tu momento vital, tu momento emocional y personal. Ella ha decidido ser así de explícita, supongo que es conocedora de de las consecuencias o de los límites que pueda tener. Yo no soy quién para juzgarlo y creo que es un temón, más allá de las 'claravidencia' [se ríe]. Me ha salido sin querer. Cada uno compone lo que quiere, es como si a un pintor le dices cómo tiene que que hacer un cuadro.
–¿Sigue la actualidad política?
–Sí, un poco. Claro.
–¿Y cuál es su opinión sobre la situación que estamos viviendo ahora?
–Tú preguntas por si cuela... Yo tengo mis preferidos en política como cualquier otro ciudadano, que tenga un poco de individualismo y criterio. Tengo mis preferencias, pero no las voy a hacer públicas.
–¿Entendió la polémica que se género en torno a la letra que puso al himno de España?
–Bueno, lo entiendo en la medida de crítica artística. Si a lo mejor te parece que es una letra, que gramaticalmente no sea a tu parecer lo más correcta o que sea demasiado intimista o íntima para un himno, hablando más en concepto global de una patria o de un país, digamos más oficial. Porque puede ser muy personal lo que yo cuento en ese himno, mi sensación de añoranza cuando estaba en Miami, que se me ocurrió hacerla. Pero no entiendo la crítica más politizada.
Primero creo que la bandera y el himno no tendrían que estar politizados. Ya huele a rancio esa idea de que se asocie el himno y la bandera con la derecha, porque tiene más años… Eso ya está caduco. Hay que aprender a ver a la bandera y el himno como representación de un país, sin asociarlo a un partido político. A mí lo que me gustaría es que cuando se me oiga cantar el himno sea como esa sensación que tienes cuando vas a Nueva York y ves Spanish food en un restaurante que se come fabada o paella, o cuando vas a París y ves una embajada en la que está nuestra bandera, una embajada española. Es un poco sentirnos orgullosos de ser españoles y de que ese himno nos representa más allá de ideas políticas.
–¿Sabemos vender lo nuestro en el extranjero?
–Fatal. Algunas cosas las vendemos muy bien, pero lo esencial, lo que nos vincula de raíz a nuestra patria lo hacemos pésimo. La bandera de Reino Unido tapiza sofás y nosotros llevamos el color rojo y amarillo por la calle y te miran que vamos… Te clavan cuchillos.
–¿Nos queda Marta para rato? ¿Existe la palabra jubilación en su horizonte?
–Siempre digo como mi canción, que soy La que nunca se rinde o la que también compuse en su día Soy yo la que sigue aquí. Sí, sigo aquí. A los que les apetezca seguir escuchando mis canciones y verme actuar, que gracias a Dios son muchos números unos a lo largo de casi 30 años de carrera, bienvenidos sean a mi mundo. Sigue en pie y a base de mucho, mucho sacrificio, de mucho tesón y muy orgullosa de que mi carrera sea así, longeva, a cambio de tener sacrificio y tenacidad. Pero yo creo que la palabra jubilación no forma parte de mi momento ahora mismo.