Giro inesperado: Tamara Falcó e Iñigo Onieva posponen su boda

Giro inesperado de los acontecimientos. Tamara Falcó e Iñigo Onieva han pospuesto la fecha inicial del día de su boda. En un primer momento, era la propia marquesa quien confirmaba que sería el próximo 17 de junio cuando se subiría al altar para dar el «sí, quiero» con el empresario, pero esto ya no es así. Según ha informado El programa de AR, la pareja se ha visto obligada a cambiar la fecha del enlace matrimonial al 8 de julio.

Han retrasado la celebración 20 días, la pregunta clave es ¿por qué? Habría sido el propio Iñigo quien lo ha comunicado a un grupo de amigos de WhatsApp, explicando que «los problemas de logística» habrían obligado a retrasar la ceremonia, sin entrar en ningún tipo de detalle más allá.

Los problemas de logística a los que se ha referido Iñigo pueden venir ocasionados por la supuesta venta de El Rincón, la herencia familiar que tiene en propiedad Tamara y donde se casará en unos meses. Un lugar que, sin duda, tiene mucho significado sentimental ya que es un edificio histórico que siempre ha pertenecido al marquesado de Griñón. La noticia salió a la luz el pasado miércoles y desde entonces, se ha especulado que el deterioro de la finca podría haber forzado a ambos hermanos a vender el palacio por 7 millones de euros.

Sin embargo, Tamara ha zanjado la pasada noche en El Hormiguero todas estos rumores, desmintiendo por completo que El Rincón estuviera en venta; «Estamos mi hermano y yo haciendo un proyecto de todo eso, que nos hace mucha ilusión, pero por ahora no se vende».

Además de estas habladurías, la marquesa de Griñón también ha tenido que hacer frente a los rumores que afirmaban que estaba embarazada de su primer hijo. Era el tiktoker Abel Planelles quien hacía saltar todas las alarmas, generando un gran revuelo al respecto. El representante de la ganadora de ‘Masterchef Celebrity’ fue quien acabó con estos rumores, revelando a la revista ‘Diez Minutos’ que era una información falsa.

Realizar los preparativos de una boda lleva mucho trabajo y, hacerlo en tan solo cuatro meses, aún más. La pareja no habría decidido por el momento el lugar donde se subirían al altar, dejando en el aire cual será la Iglesia o Catedral elegida. Que será una ceremonia religiosa está claro y que, la posterior fiesta será en el Palacio de El Rincón, también, aunque, viendo la cantidad de imprevistos por los que están atravesando, mejor no dar nada por sentado.

Otro de los detalles que se desvelaban los últimos días eran los padrinos que habrían elegido Tamara e Iñigo para su gran día. Carolina Molas, madre del novio, y Manolo, hermano de la novia, eran los elegidos para acompañar al altar al futuro matrimonio.

En cuanto al anillo de boda, sabemos que es una versión mejorada que el anterior que utilizó Iñigo en su primera pedida de mano. Sobre el vestido, lo único que conocemos es que Juan Avellaneda, íntimo amigo de Tamara, será el encargado de hacer realidad los deseos de la aristócrata en uno de los días más importantes de su vida.