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Tamara Falcó e Isabel Preysler, en MadridGTRES

La curiosa manía que comparten Isabel Preysler y Tamara Falcó

La marquesa de Griñón ha acompañado a su madre al Teatro Real, en su primera aparición pública tras su ruptura con Mario Vargas Llosa

El fin de semana negro en el que Tamara Falcó descubrió la infidelidad de su prometido, Íñigo Onieva, se refugió en la biblioteca de la casa de su madre en Puerta de Hierro. Allí se instaló una suerte de gabinete de crisis, donde familiares y amigos se reunían con la marquesa de Griñón para apoyarla.

Ahora han cambiado los papeles. Tamara pasea en público su amor por Onieva, mientras que su madre acaba de cumplir 72 años estrenando soltería y tratando de que los ecos de su ruptura con Vargas Llosa se silencien. La marquesa de Griñón está muy pendiente de Isabel Preysler y la ha acompañado en su primera aparición pública, tras el final de su historia de amor con el premio Nobel.

Isabel Preysler y Tamara Falcó, a la salida del Teatro RealG3

El pasado viernes, la socialité era fotografiada en las inmediaciones de la mítica Plaza de Oriente con un traje de chaqueta rojo. Posteriormente, aparecía Tamara Falcó con un traje verde. Juntas acudían a disfrutar de la ópera Aquiles en Esciros. En el Teatro Real coincidieron con Carmen Lomana, Ana Botella, Cayetano Martínez de Irujo o Manolo Falcó, hijo de su exmarido el marqués de Griñón, también hermano de Tamara, y su mujer, Amparo Corsini.

«Mi madre está bien, tranquila. Estamos pasando mucho tiempo juntas», declaró Tamara el pasado viernes. El día previo había presentado en la Fashion Week de Madrid sus diseños para Pedro del Hierro, pero su madre no la acompañó para no acaparar el protagonismo.

72 cumpleaños

El sábado, Isabel Preysler soplaba las velas de su 72 cumpleaños y sobre las 16.00 horas recibía la visita de su hija con Íñigo Onieva en la casa de Puerta de Hierro. Un encuentro muy esperado que se ha alargado alrededor de tres horas, y en el que han tenido la oportunidad de tomar café y tarta. Señal de que la reina de corazones también ha perdonado a su futuro yerno.

No ha trascendido si le llevaron un regalo, pero en caso de ser así seguro que el envoltorio fue elegido con esmero. Ambas comparten una curiosa manía. Son unas grandes aficionadas al papel y cuando reciben un regalo tienen que tocar, oler y analizar el envoltorio. Se detienen ante el grosor, la textura y origen del papel. «¿Tú mandas un ramo de flores en el papel de la floristería?», le preguntó en una ocasión Tamara a Pablo Motos. Le prometió que le regalaría una buena caja de papelería.

La relación entre Isabel y su hija siempre ha sido estrecha y han convivido muchos años juntas. Saben que siempre tienen en la otra un hombro donde llorar o la sonrisa cómplice de cuando hay algo que celebrar.