Las dos tragedias que marcaron Operación Triunfo

Han pasado dos años desde que Alex Casademunt falleciera inesperadamente en un accidente de coche en Mataró, la localidad barcelonesa donde residía. Su pérdida fue un duro golpe para su entorno, incluidos sus compañeros de edición, quienes no podían creerse la temprana marcha del cantante. Álex tenía 39 años y era padre de una niña de tan solo tres por aquel entonces.

Su fallecimiento fue filtrado en las redes por un trabajador de emergencias que acudió al lugar del accidente minutos después de producirse. Miles de rostros conocidos se volcaron con la causa nada más ser conocedores del accidente, publicando miles de mensajes emotivos dedicados a Alex. Sin embargo, la muerte de Casademunt no ha sido la única tragedia que ha vivido el elenco de concursantes que han pasado por una de las academias más famosas de la televisión.

Aunque fue mucho menos sonado, Leticia Pérez, concursante de la tercera edición de Operación Triunfo falleció en 2012 a los 35 años víctima de un cáncer. Su hija heredó sus dones para el canto y se presentó en 2019 al casting del talentshow donde Noemi Galera, jurado y directora de la academia en las tres últimas ediciones, logró reconocerla. «Me enteré de que había pasado la hija de Leticia de OT 3 al acabar la jornada. Al día siguiente nadie le dijo nada y fue tratada exactamente igual que las otras cuarenta y ocho personas que hacían el casting», comentó Galera. El paso por el programa de Leticia fue muy querido por los telespectadores de hecho, con sus votos, lograron hacerla sexta finalista de la edición.

Al margen de estas dos muertes inesperadas, hay otros rostros conocidos del programa que también han vivido situaciones críticas. Nina, uno de los rostros más característicos del programa, también sufrió un grave accidente que le cambió su vida por completo. «A los 44 años una intervención quirúrgica me ocasionó la menopausia anticipada y con ello un envejecimiento prematuro que noté en la piel, el pelo y sobre todo en la voz. He aprendido a vivir con la sensación de perder la voz. Con el tiempo me he dado cuenta de que no la pierdo, sino que envejece como el resto del cuerpo y debo cuidarla», explicó la artista a todos sus fans, quienes quedaron muy asustados al ver que su trabajo como profesora de canto podía quedar pendiendo de un hilo.

El canto es algo que siempre le ha llenado y por eso decidió volcar su carrera profesional al mundo del vocal coach. Se dedica a cuidar la voz de otros cantantes y de dar los mejores consejos de cara a sus futuras actuaciones. A pesar del gran susto que vivió, actualmente puede seguir dedicándose a lo que más le gusta, el mundo de la música.

Rosa López, la ganadora de la primera edición del programa, vivió una situación similar a la de Nina. La cantante denunció una negligencia médica que casi arruina su carrera. En su visita al programa Mi casa es la tuya, explicó que durante una de sus giras, un miembro de su equipo le obligó a visitar un médico que le suministró un fármaco que le hizo quedarse sin voz progresivamente, hasta tal punto de estar ocho meses sin poder hablar: «No es que no pudiera cantar, es que me asfixiaba», explicaba.