Depresión, abuso sexual y otros motivos que acabaron con Brendan Fraser antes de su renacimiento personal

Hollywood parece haberse redimido con Brendan Fraser tras haberle reconocido ayer con el Oscar a mejor actor por su trabajo en La ballena (The whale). Una auténtica alegría para todos los que crecimos con películas suyas como George de la jungla o La momia. Fue precisamente esta última la que le convirtió en una de las estrellas más populares del panorama cinematográfico. Un auténtico reclamo para millones de espectadores que no dudaban en acudir a una sala de cine para ver a un personaje tan gracioso como atractivo.

Por eso precisamente sonó con más fuerza su paulatina desaparición de la pantalla. Varios fracasos de taquilla y un traumático incidente fueron los causantes. Por «riesgo a una posible humillación o daño a su carrera», no dio a conocer hasta 15 años después que una importante figura del mundillo, el expresidente de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA), Phillip Berk, había abusado de él. «Me hizo sentir enfermo. Me sentí como un niño pequeño, como su tuviera una pelota en la garganta. Creía que iba a llorar», explicó el actor a GQ. Según él, aquella experiencia le convirtió en una persona «solitaria» y le obligó a retirarse de la escena pública.

La estrella también luchó con problemas relacionados con su salud, particularmente mientras filmaba La Momia. El rodaje en Marruecos fue uno de los más duros que recuerda por las picaduras de serpientes y las temperaturas extremas, además de los daños físicos que sufrió por las acrobacias que su personaje realizaba.

Acostumbrado a hacer sus propias escenas de acción, tuvo que someterse a varias cirugías después del rodaje de la tercera parte enfrentándose a varias intervenciones complicadas. Se sometió a una laminectomía lumbar —para extirpar parte del hueso de la vértebra—, una operación de rodilla y otra en las cuerdas vocales que lo llevaron a estar siete años «entrando y saliendo en hospitales».

Su reaparición en una entrevista visiblemente desmejorado, con bastantes kilos de más y la cara envuelta en lágrimas años después tampoco ayudó y los mismos que antes compraban sus entradas de cine para verle en pantalla grande aseguraban ahora que el actor estaba acabado. Pocos sabían que tan solo unos días antes su madre acababa de morir, hecho que sumado a las críticas le provocó que se desvaneciese en la oscuridad. «Creo que no había superado el duelo, aunque no lo sabía», explicó posteriormente cuando le preguntaron por aquella entrevista.

Su matrimonio también se deterioró y acabó separándose de la que había sido su mujer durante una década, Afron Smith. «Estaba atravesando cosas que te moldean de unas maneras para las que no estás preparado antes de atravesarlas», rememoró. Se conocieron en una barbacoa que organizó Winona Ryder en el verano de 1993 y se casaron cinco años más tarde. Que el primero de sus tres hijos fuera diagnosticado con autismo tampoco ayudó a que su relación se salvase. Aunque, actualmente, los tres viven con su madre mantienen una excelente relación y ejemplo de ello es que dos de ellos no han dudado en acompañarle en su gran noche en los Oscar.

En su regreso a lo alto, no ha estado solo, sino acompañado en todo momento de Jeanne Moore, su actual pareja. Maquilladora y estilista profesional, trabaja en el mundo del cine y quienes la conocen la describen como una mujer muy entusiasta y risueña. Se le vio juntos por primera vez en la alfombra de la 79 edición del Festival de Cine de Venecia, el 4 de septiembre de 2022, donde lucieron muy enamorados y felices a pesar de todas las dificultades que ha enfrentado el actor durante los últimos años.

Además de ser experta en maquillaje y estilismo en los círculos más altos del séptimo arte, Jeanne Moore también es emprendedora. Tiene una empresa que se dedica a la asesoría, planificación y organización de bodas y eventos. Estudió en April Love Make Up Academy y actualmente vive en California.

Ella ha sido la mejor testigo de lo que ya se conoce como Brenaissance (renacimiento de Brendan). Poco a poco, fueron llegando papeles en algunas series de televisión; después, Aronofsky, La Ballena y una larga ovación en el festival de Venecia que auguraba su regreso triunfal. Desde entonces, ha ganado todo tipo de premios como el Critic's Choice, el SAG que otorga el sindicato de actores o el Oscar, además de llevarse el aplauso de sus compañeros de profesión por su valentía. Y todo mientras muestra su cariño y emoción en discursos conmovedores con una máxima recurrente: «Charlie –su personaje en La ballena– ha sido un regalo que no vi venir, pero que ha cambiado profundamente mi vida».