La dolencia que explica los «dedos salchicha» de Carlos III

Dos días antes de morir, Isabel II recibió a la recién nombrada primera ministra, Elizabeth Truss. Sonriente y apoyada en su bastón, llamó la atención el hematoma de su mano derecha, un signo de los problemas de salud asociados a sus 95 años de edad.

Siete meses después, la preocupación recae sobre su hijo Carlos III. El monarca se encuentra inmerso en su primer viaje al extranjero desde que es Rey y que ha tenido como destino Alemania. En una visita de tres días cuyo objetivo es mejorar las relaciones del Reino Unido con la primera potencia económica de la Unión Europea, Carlos III ha depositado una corona de flores a las víctimas alemanas de los ataques aéreos aliados en la Segunda Guerra Mundial, se ha reunido con Olaf Scholz y con población ucraniana residente en el país.

Más allá de sus actos institucionales, ha podido conocer algunas bondades que ofrece esta región germana, visitando la aldea ecológica de Brodowin en Chorin. Ha sido mientras ayudaba a los trabajadores en la producción del queso local cuando todas las miradas se han centrado en sus manos.

El monarca ha aparecido con los dedos de sus manos hinchados y con un extraño color rojizo, un fenómeno que los expertos nombran como dactilitis. Se trata de una tumefacción difusa que aparece en las partes blandas de los dedos de las manos o de los pies y que puede ir acompañada de dolor en las falanges y otro tipo de molestias.

Pero, ¿podría ser consecuencia de alguna otra enfermedad? Según la Sociedad Española de Reumatología (SER), es un rasgo característico de la artrosis psoriásica, «una enfermedad de las articulaciones que se presenta en aproximadamente un diez por ciento de los pacientes que padecen psoriasis en la piel. En algunos casos, aparece antes la artritis y las lesiones cutáneas se desarrollan con el paso del tiempo, y en otros, la afectación de la piel no se produce a pesar de padecer la enfermedad articular».

La SER explica, a su vez, que los síntomas principales de esta enfermedad inflamatoria son el «dolor, hinchazón, calor, dificultad de movimiento de la articulación inflamada y con el tiempo la posibilidad de deformación», lo que produce un aspecto popularmente conocido como ‘dedos salchicha’. El propio Carlos III ha hecho referencia a ellos en varias ocasiones calificándolos de esta forma.

Fueron de nuevo las redes sociales las que hace unos años dieron la voz de alerta. Durante una visita del por entonces Príncipe de Gales y su mujer, Camilla Parker, a las Islas Salomón, durante su gira por el Pacífico Sur, las cámaras fotografiaron con detalle los dedos rojos, hinchados y «a punto de explotar» como apuntaron desde Twitter, del hijo de la Reina Isabel II.

Los expertos apuntan a que la enfermedad «aparece con trabajos manuales o con gente que trabaja en el campo» y reconocen que lo realmente preocupante es el anillo que lleva en el dedo meñique. Si no se lo quita a tiempo y la dolencia sigue su curso, puede que llegue el momento en el que se necesiten herramientas especiales para extraérselo o incluso cortarle el dedo.