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Cristiano Ronaldo y GeorginaGTRES

El motivo por el que Georgina dejó de hablar a la madre de Cristiano Ronaldo

Un retrato del jugador de fútbol con Dolores Aveiro abrió la guerra entre ambas

No es ningún secreto que la relación entre Georgina Rodríguez y la madre de Cristiano Ronaldo, Dolores Aveiro, nunca ha sido la soñada entre suegra y nuera. Aunque en un principio transmitían una buena sintonía entre ambas, lo cierto es que poco después todo acabó torciéndose y es que, aunque el motivo principal de esta «guerra» siempre ha estado rodeado de misterio, ahora parece haber salido a la luz el origen que podría haber ocasionado esta enemistad.

A la vuelta del verano de 2016, Cristiano Ronaldo quiso dar un paso más en su relación con la de Jaca y, para consolidar aún más su amor, ofreció a su pareja dejar de trabajar en la tienda donde se conocieron para mudarse juntos a su famosa mansión de la urbanización madrileña de La Finca. Georgina Rodríguez aceptó y a su llegada, el futbolista le dio vía libre para que acomodara las instalaciones de la casa a su gusto para que se sintiera lo más cómoda posible en su interior, algo que la influencer se tomó al pie de la letra.

María Dolores AveiroGTRES

Siguiendo la información ofrecida por Look, encima de la chimenea del salón había un cuadro en el que aparecía un retrato de Cristiano Ronaldo junto a su madre, enmarcado en un mosaico negro y dorado y diseñado por la portuguesa Paula Brito. Al parecer, a Georgina no le gustaba mucho como complementaba la obra con el resto del salón y decidió retirarlo para sustituirlo por otro que encajara más con sus preferencias.

Posteriormente, en una de sus visitas esporádicas, Dolores Aveiro se percató de la ausencia de este cuadro, pero decidió no decidir nada en aquel momento e indagar por su propia cuenta sobre lo que había pasado con el retrato donde aparecía ella misma junto a su hijo. La matriarca del clan descubrió que la obra de Brito se encontraba alojada en el garaje, algo que le ocasionó un gran disgusto por el valor sentimental que tenía aquella decoración. Tal y como recogen las líneas del medio citado, desde aquel momento Aveiro le «hizo la cruz» a su nuera y su relación solo ha ido de mal en peor hasta el día de hoy.

A pesar de que desde entonces su buena sintonía quedó completamente truncada, cabe destacar que no por ello Dolores Aveiro se distanció de sus nietos y de sus hijos. La madre del portugués ha estado siempre presente en los momentos más importantes de la relación de su hijo con la modelo, como por ejemplo el nacimiento de las hijas que tiene en común la pareja. No obstante, fuentes cercanas, han definido a Dolores Aveiro como una persona celosa y es que según cuentan estas mismas personas, cuando nació su nieta Alana, la portuguesa sintió que su hijo «estaba ahora en manos de una mujer y que, si rompían en un futuro, ya nada sería como en relaciones anteriores ya que siempre tendría una responsabilidad afectiva con alguien fuera del clan».

Finalmente, la historia del cuadro que supuso un jaque mate en la relación entre Georgina Rodríguez y Dolores Aveiro ha terminado con la desaparición de la obra de arte, un hecho del que muchos señalan como principal sospechosa a la protagonista del documental de Netflix, Soy Georgina.