El motivo por el que a Dani Alves no le beneficia divorciarse de Joana Sanz por ahora

Joana Sanz está decidida a divorciarse de Dani Alves. La noticia llegaba meses después de la detención del futbolista por un presunto abuso sexual el pasado 30 de diciembre en la discoteca Sutton de Barcelona.

Mientras el brasileño ofrecía diferentes versiones de lo ocurrido –de la negación de cualquier tipo de relación a la confesión de que sí hubo vínculo sexual, pero consentido–, la modelo tinerfeña sentaba las bases de su separación.

Tal y como avanzaba Vanitatis, Joana Sanz «necesita desvincularse de Alves, dar un paso al lado y seguir con su vida. Quiere empezar de cero». En su camino para lograrlo, el primer paso ha sido –más allá de la carta en la que demostraba que no apoyaría al futbolista de ningún modo– volver a la profesión que la dio a conocer y que había abandonado tras casarse con él. Con varios trabajos como modelo ya cerrados, para empezar este nuevo capítulo de su vida solo le quedaría firmar la ruptura definitiva.

Sin embargo, desde entonces, solo se ha encontrado un impedimento tras otro. Y eso que esperaba que el divorcio se produjese de manera apacible y amistosa. Claro que nada más lejos de la realidad.

Dani Alves no estaría poniendo de su parte para llegar a un acuerdo en los términos de separación (al menos por el momento) porque llevarlo a cabo supondría un «mazazo» para la estrategia de defensa que está llevando su abogado. Que Joana pida el divorcio argumentando que le ha sido infiel y que duda de su versión sobre lo ocurrido el 30 de diciembre «afecta negativamente al exjugador del Barça porque deja entrever que su mujer no le cree».

Son muchos los que apuntan que en un intento de contrarrestar la caída de popularidad del deportista, este y su abogado han propiciado la mudanza de Sao Paulo a Barcelona de Dinorah Santa Ana. Era la pasada semana, aterrizaba en la Ciudad Condal la madre de los dos hijos del futbolista, convertida en su mejor apoyo de cara a la defensa.

Dinora posee una empresa con sede en Sant Just Desvern, municipio colindante a Barcelona, a través del que ejerce su labor de representante de Alves y otros jugadores brasileños. Tiene su propia casa en esta localidad, un chalé que ha estado vacío durante meses y que ahora recuperará a largo plazo puesto que ya estaría buscando colegio para que sus hijos empiecen el nuevo curso escolar en la capital catalana. Hasta entonces, se verán obligados a ir y volver de Brasil, mientras esperan a que su padre logre un permiso para salir de prisión.