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De los Casiraghi a Leah de Noruega: Victoria Federica no es la única 'influencer' de 'sangre azul'
Europa está repleta de jóvenes Príncipes y Altezas Reales que abandonan los muros de palacio en pos de fama y reconocimiento
Ahora nos choca ver a la nieta de un rey de España anunciando gafas en las marquesinas de las paradas de los autobuses, pero sus antepasadas ya lo hicieron. A Maria Antonieta, al efímero Eduardo VIII o a la Reina Charlotte que recrean Los Bridgerton, pongo por testigos.
Las Reinas han sido las grandes influencers de épocas pasadas. Ponían de moda las faldas abullonadas, los pelucones enjoyados o los asfixiantes corsés. De acuerdo que una cosa es ponérselo y crear un estilo que otros copian y otra, cobrar por ello. Vivir de ser royal-anuncio puede ser el aporte de este siglo.
Victoria Federica ha sido la primera nieta de un rey español que ha decidido dedicarse al influencismo como forma de vida. Acaba de fichar por la empresa española Multiópticas para ser imagen de su última campaña. La foto de Vic es la relajante mirada que te acompaña en las marquesinas de las paradas del autobús, mientras esperas que llegue. La hija de la Infanta Elena, es disfrutona y no se pierde una fiesta, un viaje o un evento patrocinado y además, cobra por pasárselo bien. Una rentable habilidad de la que son conscientes los anunciantes dado su tirón mediático y los 260.000 seguidores que acumula en Instagram.
Al no pertenecer ya a la Casa Real española este asunto no es de incumbencia real y para que tampoco lo fuera en Dinamarca, la Reina Margarita limitó el número de agraciados a ella y a la familia del heredero Federico. Dejando fuera al joven Príncipe Nicolás, que es modelo de publicidad y de pasarela, gracias a su 1,84 de altura y a su 79 de caderas y 96 de pecho. Al danés le queda poco como príncipe pero nadie le puede negar haber sido portada de revistas y modelo en los desfiles de Alta Costura mientras lo fue. Visto el éxito, su hermano menor, el Príncipe Henrik también se asoma a la publicidad.
En Noruega, Leah, la hija de la Princesa Marta Luisa, que ha retrasado su boda con su novio chamán, es influencer como Victoria Federica pero especializada en el sector belleza. La sexta en la línea de sucesión noruega anuncia productos, se sabe maquillar con mucha habilidad y forma parte de la cartera de modelos de una agencia noruega.
En Mónaco, sus bellos Príncipes Casiraghis, también sacan provecho como anunciantes, Pierre como embajador de un perfume francés, su esposa Beatrice esporádicamente colabora con alguna marca y Carlota, ha fichado por la gran casa de costura a la que su madre, Carolina estuvo entregada mientras vivió Karl Lagerfeld. La prima Pauline Ducruet, con menos seguidores en Instagram, 82.000, es requerida en desfiles de moda y algunas fiestas. En Inglaterra excepto, Harry y Meghan, el resto no ha elegido el camino del influencismo, por la cuenta que les trae.
Obviamente hay quién lo ha intentado sin éxito, por ejemplo una sobrina de la Reina Letizia, pero no ha podido llegar a la elegante estratosfera en la que se mueven estas bellas Altezas Reales del influencismo. Ser o no ser, esa es la cuestión.