Los cinco diseñadores que podrían vestir a Tamara Falcó en su boda

Para nadie sería plato de buen gusto quedarse sin vestido a 52 días de una boda, pero siendo la novia entendemos que aún menos. Tamara Falcó se ha visto abocada a esta situación tan solo siete semanas antes de su enlace con Íñigo Onieva después de que Sophie et voilá se desmarcarse de forma definitiva del proceso creativo del diseño.

«Sentimos un profundo respeto por la creación artística de otros compañeros y nuestra ética empresarial nos impide traspasar ciertos límites que pondrían en peligro la autoría original del diseño. Por eso, y por el respeto que nos merece la originalidad de los trabajos de otras marcas de alta costura, no podemos cumplir con determinadas exigencias de la Sra. Falcó, que desde el inicio de la relación hemos desaconsejado y negado a realizar por acercarse demasiado a diseños ajenos a nuestra firma», explicó la marca a través de un escueto comunicado.

Desde entonces, son muchas las especulaciones que han circulado sobre qué habría motivado a las diseñadoras Sofía Arribas y Saioa Goitia a romper el contrato de forma tan visceral. La periodista Leticia Requejo, periodista de El programa de Ana Rosa, se ha aventurado a afirmar a que las tres se reunieron hace una semana para una prueba del vestido y Tamara les propuso hacer un calco de un diseño francés que está expuesto en el Metropolitan Museum de Nueva York. Un vestido midi de corte a la cintura y estilo romántico que las responsables de la firma se habrían negado a «plagiar».

La respuesta de Tamara fue inmediata y mediante su canal habitual: la revista Hola. Allí explicó que está «tranquila» a pesar de tener que empezar de cero. «Me da mucha pena porque lo que tenía que ser un momento súper especial e ilusionante de elegir el vestido y probármelo se había convertido en un conflicto lleno de momentos de tensión. Se había desvirtuado totalmente el proceso».

Con todo, Tamara Falcó está a menos de dos meses de casarse y sin vestido de boda. El tiempo corre en su contra y son muchos ya los que vaticinan sobre el siguiente y definitivo diseñador. Quien se desmarca de la ecuación es su gran amigo y modisto, Juan Avellanada. Descartada también está Pedro del Hierro, donde ella colabora como diseñadora. Entre los nombres que suenan como posibles candidatos, Redondo Brand, por ser una firma de autor al igual que la de sus predecesoras, y Pronovias, por la relación contractual que Tamara ha tenido desde hace años. En su anual fiesta de Porcelanosa tanto ella como su madre como su hermana Ana Boyer iban ataviadas con diseños de invitada de la firma catalana.

Sin embargo, hay quien apunta a que la marquesa de Griñón podría querer poner tierra de por medio y alejarse de la «marca España» nupcial. De ser así, Dior o Chanel estarían en la lista de las posibles marcas a las que pedir el diseño de sus dos trajes de novia.

Lo mismo ocurriría con Carolina Herrera, gran amiga de su madre, Isabel Preysler. De hecho, en su reality de Netflix pudimos ver a las tres en la tienda neoyorquina de la diseñadora colombiana mientras miraban distintos diseños. A las quinielas se une un sexto candidato, el holandés Jan Taminiau, encargado del vestido de ensueño que llevó en su 40 cumpleaños el año pasado.