Palizas, abusos y noche de bodas en un burdel: el tormentoso matrimonio de Tina y Ike Turner

El peligro del amor que duele es que siempre se vuelve más intenso e incomprensible. Un infierno vivió la reina del rock Tina Turner al lado de su primer marido, Ike Turner. Formaron el dúo perfecto, las voces doradas de una América en la que reinaban las producciones musicales. Al apagarse los focos y silenciarse la música, en la intimidad del hogar, la escena se oscurecía, con continuos episodios de abusos y maltrato. Le costó muchos años que la herida cicatrizase para poder hablar públicamente de un matrimonio tormentoso. Las pesadillas persiguieron durante décadas a la artista que ha fallecido este miércoles en en su casa de Küsnacht, cerca de Zúrich, a los 83 años de edad.

Los caminos de Ike y Tina se cruzaron en una noche de música y copas en Missouri. Él era el líder de la banda de música Kings of Rhythm y ella acudió con su hermana a uno de sus conciertos en EE.UU. En un momento del show, el batería se acercó a su mesa y les pidió que cantaran. Su hermana se negó, pero ella dio un gran recital. «Ike me diría más tarde que se había quedado pasmado, y al acabar la canción me llamó y me hizo subir al escenario», relató en sus memorias.

Se casaron cuando ella tenía 22 años. Fue un 26 de noviembre de 1962, en Tijuana y en soledad. Tina Turner describió como una «ceremonia barata y muy diferente a lo que había soñado». Acabaron en un burdel en su noche de bodas. Pronto comenzaron los abusos sexuales y las palizas, lo que provocó que acabase con los huesos rotos, e incluso quemaduras de tercer grado, cuando él le derramó café caliente en la cara. Los cirujanos tuvieron que reconstruirle la nariz, destrozada por los golpes.

Tras su divorcio en 1976, Tina se quedó en la ruina y sin hogar, llegando a confesar que tenía menos de un dólar a su nombre. Salio de aquella con la fortaleza que le ha guiado a lo largo de los años. Ike Turner murió en el año 2007, en California, a consecuencia de una sobredosis de cocaína, sustancia a la que era adicto.

Tina Turner volvió a encontrar el amor a mediados de la década de los 80. Esta vez una relación basada en el profundo aprecio y respeto. El productor alemán Erwin Bach fue un ángel en su camino. Tras un largo noviazgo, se casaron en 2013 y él llegó a salvar la vida de su esposa donándole un riñón en 2016. Junto, vivieron felices en Suiza, hasta el final de los días de la cantante. «Aquí me siento como en casa. Si estoy en el lago de Zúrich, en la casa que tengo, me siento serena. Realmente tengo todo aquí».

La muerte de sus hijos

Además de su tormentoso matrimonio, Tina Turner vivió otros momentos durísimos. En 2018, su primer hijo Craig Raymond Turner se suicidaba a los 59 años de edad. Craig nació fruto de la precoz relación de Tina con el saxofonista Raymond Hill, antes de casarse con Ike Turner. Este siempre lo vio con buenos ojos y lo adoptó como si fuese un hijo propio, dándole su apellido.

En 1961 nació su segundo hijo, Ronnie Turner, de su matrimonio con Ike Turner. Tina también tuvo que sufrir el fallecimiento de Ronnie, a los 62 años de edad, en diciembre de 2022, por complicaciones del cáncer de colon metastásico que padecía y por aterosclerosis.

Durante su relación con Ike, quien tenía seis hijos, Tina Turner adoptó a dos de ellos: Ike Turner Jr. y Michael Turner, que nacieron durante la anterior relación de Ike con Lorraine Taylor, con dos años de diferencia.

Tinar Turner también luchó con numerosos problemas de salud a lo largo de los años, incluido un derrame cerebral que la obligó a volver a aprender a caminar en 2013, y el diagnóstico de un cáncer intestinal, en 2016.

Su infancia tampoco fue fácil. Nació como Anna Mae Bullock el 26 de noviembre de 1939 en Brownsville, Tennessee, en un hogar desestructurado. Nunca se sintió querida. Su madre, Zelma, se quedó embarazada de ella en plenos trámites de separación de su padre. «Ella no me amaba. Y sabía la diferencia, porque solía verla con mi hermana, Alline, cómo era ella con ella y luego cómo era conmigo. Amaba a Alline», admitió. A lo largo de su infancia, Tina también luchó contra el racismo: declaró a Rolling Stone que a menudo la «menospreciaban porque era negra».