Un periódico francés se pronuncia sobre el delicado estado de salud del Rey Mohamed VI
El Rey de Marruecos ha reaparecido con un aspecto muy desmejorado y visiblemente más delgado, lo que ha hecho saltar todas las alarmas
Es máxima la preocupación por Mohamed VI. A sus 59 años, el Rey de Marruecos ha reaparecido con un aspecto que ha hecho saltar todas las alarmas. El monarca se ha dejado ver en la inauguración de la Ciudad de los Oficios y Habilidades en Rabat extremadamente delgado e irreconocible.
Aunque la salud del Rey es un secreto de Estado, un periódico francés, Afrik, ha hecho un estudio de Mohamed VI, su enfermedad y la «guerra de sucesión» por el trono real, poniendo sobre la mesa el problema. El rotativo francés explica que padece sarcoidosis, una enfermedad autoinmune de origen desconocido que crea unos nódulos inflamatorios que impiden el correcto funcionamiento de los órganos en los que aparecen. Esta dolencia afecta en particular a los pulmones y los ganglios linfáticos y sus síntomas se basan en el cansancio, fatiga y un dolor muscular que no permite llevar una vida normal.
Pese a que ahora ha llamado especialmente la atención su estado físico, lo cierto es que estos problemas que carga a la espalda llevan junto a él bastante tiempo. Aunque las dolencias del Rey se han tratado siempre como un tema tabú en Marruecos, en 2009 el Gobierno comenzó a hacer públicos los reveses del monarca, comunicando por primera vez en la historia que padecía gastroenteritis.
En septiembre de 2017 tuvo que ser intervenido para extirparle un tumor benigno del ojo izquierdo y, cinco meses, después ingresó de urgencia para ser operado del corazón, para después confirmar que padecía sarcoidoisis. En noviembre de ese mismo año, su complicado estado de salud volvió a ser recogido por la prensa tras quedarse dormido junto a Melania Trump a consecuencia de su enfermedad y, en 2019, aumentó la preocupación por el Rey después de cancelar hasta en seis ocasiones su encuentro con el Rey Felipe y la Reina Letizia.
A finales de ese año, la Casa Real emitió un comunicado anunciando que Mohamed VI padecía una «neumonía bilateral aguda» que le mantenía en cama. Hace justo tres años, Mohamed VI tuvo que ser operado del corazón en la clínica del palacio de Rabat, una intervención que fue todo un éxito y que le obligó a refugiarse entre los muros de palacio. Desde entonces, ha crecido de forma exponencial la preocupación por el Rey de Marruecos, que se ha alejado de la vida pública, ha dedicado su tiempo en viajar constantemente a París y ha cancelado en varias ocasiones sus citas internacionales.
Todo ello, sumado a la poca información por parte del Gobierno, han creado una atmósfera de incertidumbre que ha vuelto a ponerse sobre la mesa tras su última aparición. Ahora, se investiga si el apodo de monarca ausente que la población le acuñó por sus escasas apariciones públicas tendría un motivo de peso detrás o no. Lo único que se conoce de Mohamed VI es que ha establecido su residencia en la mansión de El Cabo de la península de Pointe-Denis -un movimiento que se registró el pasado mes de diciembre- y que, de momento, no tiene intención de renunciar al trono.
El deterioro de su salud ha lanzado, de nuevo, la pregunta: ¿Quién será su heredero? Por el momento, todo apunta a que el sucesor sería el hijo del monarca, Moulay Al-Hassan, aunque su corta edad podría suponer un problema. Pero también entra en la ecuación el hermano de Mohamed, Moulay Rachid, que aspira a ocupar el trono y «no permitirá» que este acabe en manos de su sobrino.