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Silvio Berlusconi ha fallecido a los 86 años en MilánGTRES

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Los escándalos sexuales y amorosos de Berlusconi

Silvio Berlusconi ha muerto a los 86 años después de varios días ingresado en el hospital San Raffaele de Milán, a donde acudió para someterse a una serie de revisiones por su leucemia. Durante años una figura controvertida, el líder de Forza Italia y tres veces primer ministro no solo se hizo conocido por su carrera política, sino por todo tipo de escándalos judiciales, sexuales, deportivos, financieros, de corrupción de menores y hasta diplomáticos.

Empresario, presidente de uno de los grandes clubes de fútbol del mundo, arrogante, impune y muy poderoso, el llamado Il Cavaliere nunca ha sido capaz de mantener al margen de la esfera pública su vida privada. Su primera mujer fue Carla Elvira Lucia Dall'Oglio, con quien se casó en la década de 1960. Fue la matriarca de la familia durante dos décadas y tuvo con él sus dos primeros hijos, Marina y Pier Silvio. Más tarde llegaron los tres pequeños, Barbara, Eleonor y Luigi, fruto de su relación con la actriz Veronica Lario.

Veronica Lario, en una imagen de archivoGTRES

Para entonces ya se había hecho un nombre en el panorama de los medios de comunicación. Después de crear Telemilano y Canale 5, puso fin al monopolio de la televisión pública italiana , adquirió Italia 1 y Rete, y creó su empresa madre: Mediaset. Para un joven que se había formado como cualquier otro italiano de clase media el panorama parecía bastante prometedor.

Pero no era suficiente. Quería poder, dinero e influencia en tres vertientes: la mediática, la política y la empresarial. Lo consiguió al convertirse, de la mano de Forza Italia, en primer ministro, pero con ello también llegaron una serie de acusaciones de las que logró escapar inmunemente gracias a las leyes que elaboró desde el Ejecutivo y el Legislativo para protegerse.

Uno de los capítulos más controvertidos de su telenovela judicial fue una denuncia con importantes visos de realidad de abusar de menores de edad. Un caso que se conoció como el «bunga bunga», terminó que quedó grabado a fuego en la prensa transalpina desde que lograron desvelar las fiestas que organizaba en su mansión de Arcore, al norte de Milán, a las que únicamente invitaba a mujeres jóvenes con las que mantenía relaciones sexuales a cambio de dinero o regalos.

La más conocida de todas ellas fue Ruby rubacuori (robacorazones), el sobrenombre con el que se hacía conocer la bailarina marroquí Karima El Mahroug a la que coaccionó teniendo solo 17 años. El Tribunal de Milán le condenó a siete años de cárcel e inhabilitación perpetua para ejercer un cargo público, pero un año después fue absuelto –después de intentar bajar la edad a la que está penalizado tener sexo con menores– porque se consideró que no tenía por qué saber que Ruby no había cumplido los 18.

Karima El Mahroug tenía 17 años cuando saltó el escándalo sexualAFP

Pese a que fue absuelto en febrero de 2023 de más de 100 juicios en su contra, su memoria siempre estará manchada por contribuir a las redes de la prostitución, la mafia y la corrupción italiana, además de ganarse el odio de dirigentes como Obama o Merkel por sus incendiarias declaraciones. Del primero destacó lo «bronceado» que estaba siempre y de la segunda que tenía un «impenetrable culo grasiento».

Tan numerosas han sido sus faltas de respeto verbalizadas que adquirieron nombre propio: berlusconadas. A ellas pertenecen lindezas como: «Tenía once en fila en la puerta y me he tirado a ocho», «Yo soy el Jesucristo de la política. Soy una víctima paciente, me sacrifico por todos», «Mussolini nunca mató a nadie, envió gente de vacaciones al exilio» u «os mando un autobús lleno de prostitutas» (a los jugadores del Monza).

Más allá de sus procesos judiciales y sus dos matrimonios, sus escarceos amorosos se paralizaron –al menos de forma pública– cuando conoció en 2012 a Francesca Pascale, 49 años menores que él, y a quien 8 años después cambió por la diputada Marta Fascina. Con ella se casó el pasado 2022, pero solo a efectos simbólicos, dado que su matrimonio no tiene valor legal. La pregunta que se plantea ahora es si tendrá derecho o no a la desorbitada fortuna de 6.900 millones de euros del político italiano.