Los dos hombres que marcaron la vida de Carmen Sevilla

La preocupación en torno al estado de salud de Carmen Sevilla llevaba sembrada desde que, en 2009, a la actriz se le diagnosticase alzhéimer. La imposibilidad de su hijo, Augusto José Algueró, de darle los cuidados que necesitaba las 24 horas del día hicieron que la instalase en una residencia, donde vive desde 2015. El desarrollo de la enfermedad era inevitable, pero no por ello en estos años ha perdido su vitalidad y sonrisa.

Esa que conquistó a todos los españoles de mediados de siglo XX y a dos en particular, sus grandes amores: su primer marido y padre de su único hijo, Augusto Algueró, y el empresario de salas de exhibición cinematográfica, Vicente Patuel, con el que contrajo matrimonio en 1985, tras conseguir el divorcio del músico.

Aunque el primer novio formal de la considerada «novia de España» fue Carlos Arruza, que la obligó a elegir entre él y el cine. Previamente, ya había tenido otras experiencias un tanto desalentadoras. En las memorias que le dictó a Carlos Herrera en 2005 aseguró que se arrepentía de haber sido tan «decente». Con el periodista repasaba todos los posibles amores y pretendientes que tuvo y que, influenciada por su devoción religiosa, rechazó. Yul Bryner se enamoró de ella cuando la conoció en una fiesta organizada por su amiga Lola Flores, y Cantinflas en México le regaló un portentoso zafiro, pero la Faraona le obligó a devolverlo: «Si lo aceptas ya sabes lo que va a querer a cambio», le dijo.

Convertida ya en estrella, se casó con Augusto Algueró. El 23 de febrero de 1961 Augusto Algueró y Carmen Sevilla contrajeron matrimonio en la Basílica del Pilar en Zaragoza. Carmen lució un vestido del diseñador Pertegaz y recibió un telegrama del Papa Juan XXIII felicitando a los novios por su enlace y felicidad. Con él se convirtió en madre y conocería el peso de las infidelidades. «Lo he aguantado todo en mi vida de casada, pero no le voy a perdonar una cosa, y es que me siga dejando en ridículo cuando se pasea por la Gran Vía con la querida de turno», aseguró en cierta ocasión al periodista Manuel Román, después de conocer su relación con Bárbara Rey y Mariví Dominguín, prima del torero Luis Dominguín. En la última etapa del matrimonio se rumoreaba que el compositor se veía fuera de los platós con Ornella Muti «no solamente para hablar de melodías».

Tras separarse, encontró el amor en Vicente Patuel, a quién siempre consideró el amor de su vida por haberla salvado de toda aquella etapa de sufrimiento. Le conoció cuando el empresario acudió a su camerino para pedirle una foto después de verla actuar en una obra de teatro. Él también la puso en la disyuntiva de elegir entre el estrellato o su amor y, en esta ocasión, sí que cedió. No dudó un instante y le dijo: «Yo te quiero a ti, mi vida».

El amor les duró trece años en los que se retiró de la vida pública para acomodarse al plan campestre del cuidado de ovejas en Herrera del duque (Badajoz). Cuando enviudó, cansada de la soledad que le otorgaba la finca sin su marido, decidió volver a la Capital para ponerse al frente de Cine de Barrio, donde permaneció de 2004 a 2010, cuando los problemas de salud la obligaron a dejarlo de forma definitiva. Desde entonces, llevaba una vida tranquila alejada de los medios de comunicación y centrada en su familia.