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Portada de la revista Hola con la boda de Tamara Falcó e Íñigo OnievaEFE

Hacienda también cobra de la infidelidad de Onieva y su boda con Tamara Falcó

La edición especial de la revista ¡Hola! con la exclusiva del enlace se agotó en los quioscos en cuestión de horas

A estas alturas a nadie le queda duda de que la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva ha sido un lucrativo negocio. Basta con comprobar, cómo en cuestión de horas, el ejemplar especial de la revista ¡Hola! se agotó en los quioscos. La infidelidad del prometido, la cancelación del compromiso y las lágrimas de la marquesa de Griñón redoblaron el interés mediático. La ‘biblia’ de la prensa del corazón tiene un precio de 2,70 euros, no obstante, la mayor fuente de ingresos de esta exclusiva procede de las 34 páginas completas de publicidad. Eso sí, el martes lanzaron más ejemplares, pero la revista ya circulaba en PDF por los whatsapp de toda España.

Para ser precisos, nadie sabe en realidad a cuánto asciende el montante que se han embolsado los novios por la exclusiva, pero se ha hablado de un millón de euros. Una cifra que se habría repartido la pareja, independientemente de que aquí la famosa sea ella. Como dice Shakira, las mujeres no lloran las mujeres facturan.

Ahora bien, en este negocio hay un beneficiario más. Hablamos de Hacienda. De los 500.000 euros que se habría embolsado la marquesa de Griñón, hay que tener en cuenta que este importe tributa en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). «Los impuestos de 220.000 respecto a los 500.000 euros de la exclusiva es la cantidad incremental que tendría que pagar Tamara Falcó, a lo que habría que añadir la cuantía procedente de otros ingresos adicionales que tenga este año», declara José María Mollinedo, portavoz del Sindicato de Técnicos de Hacienda (GESTHA), a Infobae.

Aclara que la exclusiva tributa en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) debido a que la publicación no muestra solo fotografías –en cuyo caso tributaría como los derechos de imagen–, sino que incluye dos breves entrevistas.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva en JohannesburgoGTRES

El negocio no solo ha sido para los protagonistas, sino para las marcas que han podido colarse de alguna forma en la boda. Dos semanas antes del enlace, los periodistas ya recibimos una nota de prensa informando del champán francés que se serviría tanto en la preboda como en el brunch posterior.

Por no hablar de las joyas que lució la novia o su familia más cercana como su madre Isabel Preysler o su hermana Ana Boyer, que optaron por una firma con la que suelen trabajar. Incluso nos vendieron hasta el esmalte de uñas que llevaba la novia.