La cantante Amaia Montero, en una imagen de archivo
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Amaia Montero, ingresada de urgencia en la UCI
La cantante vuelve a atravesar un complicado momento vital tras su ingreso el pasado año en una clínica de salud mental
Amaia Montero atraviesa un nuevo momento de salud complicado al ser ingresada en el hospital madrileño Beata María Ana. Tal y como ha podido confirmar Espejo Público, la artista ha estado diez días en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del centro del salud tras haber sido operada de la mano. De momento, se desconocen las causas que la han obligado a pasar por el quirófano.
La cantante ya se encuentra en planta tras abandonar la UCI. Al parecer, pasó un postoperatorio complicado, ya que no habría seguido al pie de la letra las directrices médicas que pautaron los facultativos después de la intervención.
«Fue intervenida por el dedo pequeño, pero nada alarmante», explican desde Look. Un ingreso que, según esta misma fuente, requirió un breve paso por la unidad de cuidados intensivos. Lejos del revuelo generado, la realidad es que ahora, Montero «está bien».
En los últimos años, su estado de salud se ha convertido en un motivo de preocupación para sus fans. La artista se vio obligada a pasar varios meses en una clínica de Navarra con un fuerte cuadro de estrés y ansiedad derivado de los preparativos de su nuevo proyecto discográfico, previsto para que viese la luz a principios de 2023. Los primeros rumores apuntaban, entre otras cosas, a la trágica muerte de su padre, fallecido en 2009 a los 58 años edad y causa de un delicado cáncer
Los médicos le recomendaron tranquilidad absoluta, reposo, silencio y desconexión, y ella, en su intento de salir de este bache lo antes posible, acató las pautas de los especialistas desde el minuto uno, de ahí que no se volviese a saber nada de ella desde que publicó la famosa fotografía que hizo saltar todas las alarmas. En ella, Amaia se mostraba visiblemente abatida y con un aspecto bastante desmejorado y esto, sumado a las palabras con las que acompaño la publicación fue lo que despertó la preocupación de gran parte de sus seguidores: «Si la esperanza es lo último que muere y aún no la he perdido, ¿de qué me sirve la vida», escribió.